"No se hizo un buen partido", declaró Carlos Tevez apenas terminó el partido. Y, no. Boca hizo agua cuando en Buenos Aires comenzaba a salir el Sol. Unión se aprovechó de la inocencia de Agustín Orion para igualar el cotejo y fue inteligente para llevarse los tres puntos, sacando provecho del nerviosismo del líder del torneo. En realidad, uno de los líderes... Con esta derrota, el Xeneize comparte la punta con San Lorenzo y River puede alcanzarlos, ya que postergó su enfrentamiento ante Defensa y Justicia.

Tevez la estrella, Calleri el que brilla

Boca comenzó el partido siendo un relojito. Jonathan Calleri, Sebastián Palacios y Tevez marcaban el camino a seguir. El ex Juventus, flamante refuerzo xeneize, es la estrella del equipo. Pero el que brilla, a más no poder, es Calleri, quien en la primera parte no jugó mucho ya que estaba relegado por Daniel Osvaldo. Sin embargo, con la partida del ítalo-argentino y la llegada del Apache (Tevez), el ex All Boys está mostrando su mejor versión en el conjunto de la Ribera. Ante Quilmes, en la reanudación del torneo, sorprendió con una rabona y, hoy, abrió el marcador y marcó el empate transitorio de palomita. El goleador tiene el olfato más despierto que nunca, pero al conjunto de Rodolfo Arruabarrena no le alcanzó para quedarse con los tres puntos.

Polémica e igualdad

Los goles de Unión fueron desatenciones defensivas y el principal apuntado es Daniel Díaz. Sin dudas, el marcador central no jugó su mejor partido. Sin embargo, toda la defensa quedó en evidencia. Más aún en el flojo achique durante el pelotazo cruzado del arquero tatengue, que derivó en el claro penal de Orion sobre Lucas Gamba y la posterior expulsión del arquero que, encima, se retiró lesionado. Ya con diez, el Vasco Arruabarrena se vio obligado a modificar su planteo. Esto, no favoreció a Boca en nada. Palacios dejó la cancha para que ingrese Guillermo Sara bajo los tres palos. Con este cambio, el Xeneize perdió incidencia en los metros finales, pese a la buena tarea de Tevez y Calleri, ya que el Tucu (Palacios) era el que más estaba complicando la tarea de la defensa tatengue.

¿Vieron por TV la jugada y luego le avisaron al árbitro para que modifique su fallo?

La tecnología, nuevamente, está en el ojo de la tormenta. Por momentos, Jorge Baliño perdió el control del partido, que se volvió más brusco de lo que pintaba en el inicio. Sin embargo, la decisión del colegiado fue la correcta. Innecesaria pierna arriba de Orion y bien merecida la roja. Vale recordar, que el referí puede modificar su decisión, mientras el partido se encuentre detenido. La duda está en ¿por qué cambió el fallo? ¿Fue el línea quien vio algo diferente o se apoyó en lo que el cuarto árbitro pudo haber visto por la transmisión?

Sólido para atacar, pagó su pasividad defensiva

Lo cierto es que Boca se descontroló y el conjunto santafesino logró aprovechar su mal momento. La última línea, pocas veces ofreció seguridad. Todo parecía estar atado a lo que Tevez y Calleri podían hacer en los últimos metros. Fernando Gago y Marcelo Meli, ambos de buen partido, fueron un gran complemento para los de arriba. Sin embargo, los problemas del Xeneize estaban abajo y, para colmo, el Vasco debió desarmar el equipo para ir en busca de la igualdad. El conjunto de la Ribera se quedó sin los dos laterales y el Tatengue aprovechó los cambios del equipo local para atacarlo por las bandas, apelando al contragolpe. Cristian Erbes se metió entre los dos centrales, mientras el resto del equipo atacaba. Pero, una vez que el conjunto dirigido por Leonardo Madelón se puso al frente, el Cata Díaz y Fernando Tobio terminaron jugando por las bandas, desbordando y tirando centros para que Calleri o Tevez hagan magia ante Nereo Fernández.

Boca equivocó el camino y pagó con la pérdida de la punta en soledad, ya que ahora comparte la cima con San Lorenzo. El Xeneize no solo se salió de partido sino que, además, desarmó por completo su estructura y atacó por donde más gente había, con nerviosismo, ímpetu y pocas ideas. Por último, los cambios quizás no fueron los mejores. El Vasco desprotegió su arco cuando, en un momento, había que protegerlo. Sin darse cuenta, el DT partió su equipo al medio y no logró resolver el evidente problema que hoy les costó el triunfo. Es cierto, la actitud no se negocia, pero esta vez faltó inteligencia para mantener la tranquilidad en momentos claves.