Angel Di María tiene prácticamente sellada su llegada al Paris Saint Germain, equipo donde será compañero de Javier PastoreEzequiel Lavezzi (que también lo son en la Selección Argentina) y de otros astros del fútbol mundial, como lo es el sueco Zlatan Ibrahimovic.

La temporada 2014/2015 no terminó de la mejor manera para el ex Rosario Central. Si bien llegó a la final de la Copa América con su selección, Angelito no logró asentarse en el Manchester United e incluso terminó perdiendo la titularidad en un equipo que fue de menor a mayor a lo largo de la temporada.

Quizá el jugador no pudo adaptarse al sistema táctico que propuso su entrenador o tal vez sufrió altibajos en su nivel individual. Lo cierto es que el argentino no habría cumplido con sus expectativas y por eso su decisión de probar suerte en otro club tan importante como resulta ser el PSG.

La transferencia sería en 63 millones de euros (o 69 millones de dólares) y el argentino será nuevamente hombre rércord, ya que, además de haberse transformado en el futbolista argentino más caro de la historia con su traspaso al equipo Red, se transformará en el jugador por el que más se ha gastado en la historia, ya que con su llegada al club parisino, sus transferencias suman un total de 179 millones de euros. A su vez, el contrato lo uniría al club de la capital de Francia por 4 temporadas, es decir, hasta el 2019.

Una vez más, Di María, a sus 27 años de edad se une a uno de los clubes más poderosos del mundo. Luego de haber obtenido una gran suma de títulos a nivel local en los últimos años, el jugador será pieza clave para que el equipo dirigido por Laurent Blanc pueda cumplir el próximo objetivo que ya es deuda pendiente, ganar un título a nivel continental.

Por otra parte, Rosario Central, club que vio nacer al jugador y del cual este es hincha y ha manifestado en más de una ocasión sus deseos de volver en el futuro, se verá benficiado por el mecanismo de solidaridad. La institución recibiría la suma de 1,8 millones de euros, suma muy importante si se tiene en cuenta la realidad del poder económico que tienen los clubes del fútbol argentino.