Juan Carlos Olave es un símbolo en Belgrano. Con 39 años, está más vigente que nunca y aún no piensa en el retiro. Además tiene un par de sueños pendientes. El más importante, lógicamente, ser campeón con el Celeste. Pero también anhela poder convertir un gol, tarea más que difícil si se trata de un arquero que no patea penales ni tiros libres.

Justamente las penas máximas a favor están siendo un karma para el conjunto de Ricardo Zielinski. De las cinco que ejecutó, convirtió tan sólo dos: Claudio Pérez a Independiente y Cristian Lema a Banfield; en tanto que le atajaron las tres restantes: Oscar Ustari (Newell's) y Sebastián Torrico (San Lorenzo) a Pérez y Sebastián Saja (Racing) a Lema.

En relación a este tema, una vez finalizado el entrenamiento de ayer, Juanca le gritó al Chiqui, más en broma que en serio: "Al próximo lo pateo yo". Minutos después, el uno Pirata contó: "Alguna vez se me cruzó la idea de patear un penal y meter un gol. Pero hay jugadores que patean muy bien. Siempre un arquero queda un poco relegado. A nosotros nos viene sucediendo esta circunstancia de errar varios seguidos. Pero es como decimos siempre: falla el que patea y hay que darle la confianza para que se vuelva a desquitar. Patearán (Cristian) Lema, el Chiqui (Pérez) o el Chino (Zelarayán). Si el técnico a mí me deja, también me animaría. ¿Por qué no?".

A su vez aclaró que patearía sólo si el juego no está definido: "Con el partido 3-0 a favor no lo haría. Hay que patear cuando estás 0-0. Con un 3-0 es fácil, porque si errás y falta poco no pasa nada. Acá cuando agarrás la pelotita tenés que asumir responsabilidades. De otra manera sería un poco como subestimar la situación. Por eso es valorable lo de Lema y Chiqui, que agarran la pelota cuando las papas queman".

Al ser consultado sobre los puntos perdidos por los penales errados, el primo del Potro Rodrigo expresó: "Está esa posibilidad. El domingo (Sebastián) Saja adivinó la intención y pudo quedarse con la pelota como nos suele suceder a veces a los arqueros. Son situaciones que, para el que se hace cargo, a veces pueden salir bien y otras, mal".

Y agregó: "A mí ahora no se me cruza por la cabeza lo de patear. Si se da la circunstancia, veré. No me pongo a pensar. Mi función es atajar y tratar de que a Belgrano no le hagan goles. Pero si algún día tengo que asumir la responsabilidad, la asumiré".

Para cerrar analizó lo que dejó el empate ante Racing: "Hicimos un buen partido, es importante que podamos sostener el nivel de rendimiento. Nos deja el sabor amargo de no haber podido ganarlo, que era lo que fuimos a buscar y lo que propusimos. Aún con 10 tuvimos las chances más claras. Lamentablemente no las pudimos aprovechar y nos quedamos con ese saborcito de que no pudimos traer los tres puntos".