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El destino quiso que él sea el gestor de este camino glorioso de River en este último año y medio. Desde aquel cabezazo sobre Orion que le dio el triunfo al Millonario en La Bombonera tras 10 años y encaminarse a título del Final 2014. Precisamente, ese campeonato fue que le dio la clasificación a la Copa Libertadores, y Ramiro Funes Mori fue quien cerró la velada con un cabezazo maravilloso entre las piernas de Guzmán.
Con esta conquista, el mendocino suma cinco estrellas desde su debut en River, allá por 2011 y con Matías Almeyda de entrenador. Como es lógico, el Mellizo no ocultó su felicidad por el mayor logro de su carrera: " Este grupo es reconocido por esta gente, volvimos a hacer historia. Es muy lindo cuando la gente reconoce al grupo, al cuerpo técnico", agradeció.
"Esto es algo increíble", sostuvo el zurdo, que en 106 partidos jugados lleva convertidos 10 goles (de los cuales 7 los convirtió en el ciclo Gallardo), y recordó a su hermano Rogelio (actual delantero de Rayados de Monterrey), a quien le dedicó esta Copa: "En su momento dio todo por la camiseta y gracias a él ascendimos, en el partido contra Almirante Brown".
El zaguero también recordó esa serie con Boca en octavos de final, suspendido por el ataque con gas pimienta, donde River venía de una clasificación fortuita y se enfrentaba al mejor de la primera fase: "Era un momento difícil cuando le ganamos a Boca. Si jugábamos diez partidos más no nos iban a ganar porque estábamos muy sólidos, muy confiados. Después de eso teníamos una confianza muy grande".
Con ese cabezazo, Ramiro llegó a dos gritos internacionales, como el gol ante Estudiantes de La Plata en los cuartos de final de la Sudamericana 2014, que le dio el pase a la semifinal de aqueel torneo. En solo una temporada, ya levantó tres Copas, ganándole el puesto a Eder Álvarez Balanta. El defensor entró en la historia dorada del Más Grande.