Un 12 de agosto de 1964, en lo que hasta aquel momento se denominaba la Copa de Campeones de América, (a partir del año siguiente cambiaría su nombre al actual), el conjunto dirigido por Manuel Giúdice conseguiría su primer trofeo oficial a nivel continental. No sólo se destacó por ser el inicio de algo realmente histórico, sino también que fue el primer equipo argentino en alzar dicho trofeo y además se dio el gusto de ganarlo de manera invicta.

En ese momento el formato era muy distinto a lo que actualmente se ve. Sólo eran tres grupos de tres equipos donde clasificaba el mejor de cada uno y pasaban a jugar la semifinal donde se sumaba el campeón defensor, quizás esto fue algo que ayudó muchísimo al equipo de Avellaneda anímicamente para ganar la Copa. 

El camino comenzó en 1963, luego del campeonato local obtenido por el “Rojo” en un histórico 9 a 1 ante San Lorenzo. Consiguió la clasificación y al año siguiente marcaría el peso del fútbol argentino en América. 

Hasta ese momento, desde 1960 cuando se empezó a jugar la Libertadores sólo dos equipos la habían ganado. Peñarol en 1960 y 1961 y luego el Santos de Brasil en 1962 y 1963. En 1964 le llegaría el turno a nuestro país, el mismo que hoy es el más ganador del certamen.

Un 31 de mayo daría el puntapié inicial a uno de los hechos más recordados de la historia de Independiente. El “Rojo” comenzaba con el pie derecho y pisando fuerte en la recordada “Doble Visera” ganando por 4 a 0 ante Alianza Lima, equipo contra el que luego empataría en 2 tantos en el estadio de su clásico rival, el Cilindro de Avellaneda.

Cabe destacar que el equipo peruano no pudo disponer de su estadio ya que días antes del comienzo de la Copa se jugaría la final para clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio entre la Selección local y la Argentina, lugar que fue testigo de la peor tragedia del fútbol mundial donde murieron 312 personas en su intento fallido de salir del estadio impedido por la policía local.

El tercer partido, también disputado en Avellaneda quedó para Independiente. Otra goleada, otro paso para el gran sueño. Un 5 a 1 ante Millonarios que casi le aseguraba la clasificación. Antes debía viajar a Colombia para llegar a semifinales, el partido debió jugarse el 8 de julio de ese año pero algunos problemas entre la CONMEBOL y la Federación Colombiana de Fútbol hicieron que los puntos le sean otorgados a Independiente. De esta manera Independiente se metió en la fase final, enfrentaría al campeón del año anterior, al poderosísimo Santos de Pelé.

El partido de ida se jugó en Brasil donde un triunfo histórico por 3 a 2 de Independiente le dio aire para definir tranquilo en su casa. Mario Rodríguez, Raúl Bernao y Luis Suárez serían los autores de aquellos 3 goles, por el lado del Santos habían convertido Toninho y Pepe. La vuelta se jugaría el 22 de julio en Avellaneda, una semana después de la victoria visitante y el “Rojo” ganaría por  2 a 1 con goles de Mori y Mario Rodríguez, el descuento para los brasileños fue de Toninho. Así los de Giúdici con un global de 5 a 3, eliminando al campeón, se clasificaron a la final.

El Estadio Centenario de Montevideo sería el primer escenario, colmado y expectante para lo que se venía, el conjunto uruguayo quería ganar la Copa sabiendo que su clásico rival la había obtenido dos veces e Independiente quería empezar a formar su gran historia en el Continente. El partido culminó con un empate en 0 y la vuelta se jugaría en la “Doble Visera”. Con arbitraje del paraguayo Dimas Larrosa, y con más de 80.000 almas, Mario Rodríguez fue el gran héroe de aquella noche quien convirtió tras una gran definición ante la salida del arquero uruguayo. Independiente comenzaba a escribir la mejor página de su historia. 

El equipo que obtuvo la Copa de Campeones de América de 1964 fue: Miguel Ángel Santoro (quien se había ganado la titularidad futura luego del primer encuentro); Roberto Ferreiro, Juan Carlos Guzmán, Jorge Maldonado, Tomás Rolan; Pedro Prospitti, David Acevedo, Mario Rodríguez; Raúl Bernao, Luis Suárez y Raúl Savoy