El mundo académico está de luto. Agustín Mario Cejas, ídolo y campeón mundial de Racing, falleció esta madrugada, a los 70 años de edad. El arquero, que marcó a toda una generación, padecía desde hace años una severa enfemedad.

Agustín nació el 22 de marzo de 1945, en Buenos Aires. Realizó las inferiores en Racing Club, club con el que debutó en 1962, cuando apenas tenía 17 años. Ya a esa edad, comenzó a mostrar sus dotes bajo los tres palos con sus magníficas atajadas.

Con la llegada de Juan José Pizzuti al club en 1965, comenzó a ser leyenda. Junto con otros grandes jugadores, como Humberto Maschio, Roberto Perfumo, Alfio Basile y el Chángo Cárdenas, conformó "El equipo de José", con el que no sólo fue campeón local en 1966, sino que también fue campeón de la Copa Libertadores de 1967. Ese mismo año, además conquistó la batalla de Montevideo, donde Racing venció 1-0 al Celtic de Escocia y se coronó campeón del mundo. 

Pero en el club de Avellaneda no sólo es recordado y querido por su calidad en el arco y los títulos conseguidos: con 334 partidos, es el jugador que tiene más presencias con la camiseta celeste y blanca, y fue el arquero con el récord de valla invicta de 666 minutos en dos ciclos. 

Además de Racing, Cejas jugó en Santos de Brasil entre 1970 y 1974 (con el que fue campeón en 1973), Huracán en 1975, Gremio de Brasil en 1976 y en River, donde cerró su carrera siendo campeón del Torneo de Primera División 1981. Además, fue convocado a la Selección Argentina, donde fue parte del plantel que jugó en los Juegos Olímpicos de Tokio en 1964.

Tras su retiro como jugador, Agustín siguió ligado a La Academia, el club con el que más se lo identifica. En 1984 fue el DT del equipo, cuando el club descendió y militaba en la Primera B, y en el  2000, luego de que se decretara la quiebra, fue nombrado por la sindico Liliana Ripoll como secretario técnico. Cejas no sólo había estado en los momentos de gloria, sino que también estuvo en los peores momentos.

Se fue un ídolo y un emblema, no sólo para Racing, sino también para el fútbol argentino. ¡Hasta siempre Agustín!