Vélez viajó a San Juan con la cabeza puesta en el choque del próximo miércoles ante Lanús por Copa Argentina-lo dijimos. Lo cierto es que al conjunto de Russo las cosas no le salieron. Ahora los pibes tienen una bella posibilidad de meterse en semifinales.

Los sanjuaninos, con 29 puntos hasta ayer, estaban haciendo un gran torneo-principalmente jugando en casa-y ante Vélez tenían una chance importante de seguir creciendo. Como también la tenía el Fortín. Cada partido es una prueba de fuego para Amor, Gianetti, Delgadillo y compañía.

Si bien ambos equipos arrancaron el encuentro con ánimos de medirse, el quiebre llegó pronto. A los 16 minutos, Aguerre salió al área grande pero no pudo retener la pelota, que le quedó a Martínez. Este remató y Tripichio tuvo la mala suerte de chocarse con la redonda que terminó ingresando en el arco. No pudo encontrar buenos argumentos Vélez para doblegar el arco defendido por Corti. Era todo del local en el Hilario Sánchez y para colmo, al cierre del primer tiempo, Figueroa puso el dos a cero.

El complemento se jugó por compromiso. No hubo mayores incidencias. Entró Caraglio pero no supo ser relevante. Solo Delgadillo movió la aguja del resultado cuando promediando la etapa complementaria, achicó la distancia con un disparo desde la medialuna del área. Con más ganas que ideas, Vélez tuvo la intención de empatarlo pero solo se quedó en eso. A siete del final, Martínez, otra vez, marcó el tercero para su equipo y puso fin a la historia.

Este Vélez ambiguo es un fiel reflejo de su irregularidad. Con 25 puntos, la cosecha no es mala visto y considerando el plantel corto e inexperto. En Sarandí, estos chicos disputarán el partido más importante y comprometido desde que Russo tomó las riendas del plantel. Veremos que es lo que pasa y con estos chicos, todo puede pasar.