Casi todo el partido fue para el conjunto de Mataderos, que de local fue más que superior ante un desconocido Newell’s que venía en alza luego de 3 victorias consecutivas. Felicidad absoluta de Chicago ante su gente y un partido en el que todas salieron bien. Desde el comienzo hasta el final.

Alejandro Gagliardi se destacó, tras un pase perfecto de Mauricio Carrasco a los 6' bajó una pelota de pecho dentro del área y definió antes de que toque el suelo, cruzó el remate con potencia y precisión y convirtió la primera alegría de la tarde. Pero eso no le alcanzó, convirtió un lindo gol y tenía ganas de más. A los 26' quedó casi en una situación incómoda para patear pero sacó un bombazo que fue inatajable para el arquero de la “Lepra”. Se discutía si fue centro o arco pero las intenciones del delantero fueron claras, buscó el arco y lo encontró para poner el segundo. Estaba insaciable y todavía le quedaba algo de tinta para seguir pintándole la cara a su público de alegría, enfrentó al arquero Unsain y el mismo cortó la jugada con falta dentro del área dándole un penal que el goleador cambió por gol y la goleada empezaba a asomar a 5 minutos del final del primer tiempo.

Ya en el complemento, desde el comienzo el “Torito” comenzó a atacar y sin dudas que se llevó por delante al rival. Nicolás Sainz aumentó ventaja de cabeza luego de un tiro libre a los dos minutos y puso el partido 4 a 0 para el local que aun así, goleando no aflojaba y quería seguir atacando y convirtiendo. Y así fue que tras un despeje de Federico Lanzillota la pelota le cayó a Giménez que asistió más que bien a Gagliardi que nuevamente convirtió luego de enfrentar al arquero visitante pasados los 13 del complemento.

Fue la primera vez en la historia del club que un jugador marcó 4 tantos en un partido y a esta altura del torneo y con lo que queda en juego, puede ser uno de los días más importantes en la institución. Quedará esperar por una derrota de Colón para quedar sólo a dos unidades del “Sabalero”.