Ya lo había advertido Rodolfo Arruabarrena, previo al choque crucial con Racing de ayer a la noche... La ansiedad podía jugarles una mala pasada. Y así fue. A su equipo se lo vio ansioso, algo nervioso y le costó entrar en el partido. El actual campeón del fútbol argentino eso no lo perdonó y le dio una lección de cómo salir a jugar un clásico. Los de Diego Cocca salieron concentrados, presionaron, tocaron y fueron eficaces para convertirle a un Boca que tenía la cabeza en otro lado. El partido parecía equilibrarse con el gol de Jonathan Calleri, pero la expulsión de Daniel Díaz marcó un antes y un después en el desarrollo del partido. La Academia tomó las riendas del cotejo y con goles de Gustavo Bou y Sebastián Saja (ambos de penal) liquidó el pleito.
El encuentro empezó con ida y vuelta importante. Aunque no exigían a Saja y a Agustín Orion, las situaciones iban a apareciendo. Racing presionaba mucho (y bien) sobre la salida del conjunto xeneize. Los de Cocca aprovechaban la velocidad de Ricardo Noir y las espaldas de Nicolás Colazo para lastimar a su rival. Sin embargo, la primer chance neta de gol sería de Boca, a través de Nicolás Lodeiro, pero el arquero respondió correctamente y sacó un contragolpe letal para la visita. Noir aguantó la pelota y jugó con Iván Pillud, que sacó un centro preciso para la entrada de Marcos Acuña que, de cabeza, abría el marcador a los cinco minutos.
A partir de allí, el encuentro se le hizo cuesta arriba al conjunto xeneize. Sin embargo, poco a poco comenzó a empujar a Racing sobre su arco. Tal es así, que a los 23 minutos, una mala salida de la Academia le dio la chance a Boca de igualar el marcador. Con un delicioso taco, Carlos Tevez habilitó a Cristian Erbes, que centró para Calleri, quien estableció la igualdad. En ese momento, el encuentro se equilibró, pero llegaría la jugada polémica de la noche. Apoyado en el juez de línea, Patricio Loustau pitó penal y expulsó al Cata Díaz por una presunta mano. Pese a las quejas del defensor y de Orion, el Xeneize se quedó con uno menos y Bou cambió la chance por gol. Desde ese momento, los del Vasco Arruabarrena se descontrolaron y perdieron el rumbo del partido; mientras que los de Cocca tomaron el protagonismo del mismo y se iban al descanso mostrando un gran nivel de juego, que se plasmaba en el marcador.
Ya en el complemento, Racing sintió el desgaste realizado en la primera etapa y Boca salió a comerse la cancha, aunque sin ideas muy claras. Con uno menos, el trabajo del conjunto xeneize se complicaba, Lodeiro no encontraba apoyo, Tevez se mostraba muy fastidioso y Calleri demasiado aislado. Así y todo, el equipo de Arruabarrena logró crearle algunas chances de peligro a Saja.
Cuando las piernas pesaban en la mayoría de los futbolistas, Boca sacó su ímpetu a relucir. Sin embargo, el Pichi Erbes, que estaba corriendo como loco, se pasó de revoluciones y vio la segunda amarilla. El Xeneize se quedó con nueve jugadores y el panorama se complicaba, cuando restaban 15 minutos por delante. Sin embargo, a Racing le faltaba resto físico para ir por más. A falta de tres minutos para que finalice el tiempo reglamentario, Fernando Tobio toca a Gastón Díaz, cuando éste ingresaba al área, y Loustau cobró un nuevo penal. Esta vez, Bou le cedió la pelota al Chino Saja, que selló el resultado final.
El actual campeón le dio una gran lección al aspirante a serlo. Boca se dejó comer por la ansiedad, los nervios y la presión e ilusión de los hinchas. Racing salió a jugar un partido de esta magnitud como debe hacerse: con concentración y actitud. El conjunto del Vasco no pudo, ni supo, aprovechar la derrota de San Lorenzo ante Olimpo para dar la vuelta en el Cilindro de Avellaneda. Sin embargo, dentro de 15 días tendrá una nueva chance de consagrarse en la Bombonera. ¿Podrá?