River volvía a jugar en el Monumental por la Copa Sudamericana 2015, el gran objetivo antes del Mundial de Clubes. Enfrente, un ignoto equipo brasileño, que pelea por permanecer en la Serie A del Brasileirao pero nada subestimable, Chapecoense.
Durante los primeros 15 minutos, River dominaba a gusto la pelota, pero sin poder traducrilo en llegadas claras. Entre los 14 y 16 minutos del primer tiempo, el local contó con tres tiros de esquina cedidos por la imprecisión del arquero Danilo.
La claridad llegó a los 19 minutos, cuando apareció Milton Casco, que desbordó por la izquierda, eludió a un defensor, se metió al área y se la cedió al medio a Carlos Sánchez, que de primera y de zurda anotó el primer tanto del partido. La primera llegada clara del dueño de casa, al fondo de la red.
Tras la apertura del marcador, el Millonario se retrasó, dejó de buscar y Chapecoense, con sus recursos limitados, empezó a adelantarse en campo rival, en lugar de resguardarse y conservar la ventaja mínima en contra. A los 30´, Eder Álvarez Balanta falló en el cálculo y se la dejó servida a Túlio de Melo, que en la medialuna no pudo rematar. Primer llamado de atención.
A los 34 minutos, Pisculichi tuvo el segundo en sus pies, pero la pelota rozó en un rival y se marchó cerca del segundo palo de Danilo. Parecía que La Banda no sufriría sobresaltos, pero no fue así: a los 36´, error compartido entre Jonatan Maidana en la marca y Marcelo Barovero en el achique, que aprovechó Maranhao para facturar y dar la sorpresa en el Monumental: 1-1.
En el complemento, River vlvió a proponer de entrada, pero con el nerviosismo y la presión de volver a ponerse en ventaja. Como costo, dejaba espacios aptos para que los brasileños jueguen de contragolpe.
Marcelo Gallardo movió el banco con el ingreso de Tabaré Viudez para generar más explosión, pero la visita no pasaba sobresaltos. Hasta que a los 18´ST, apareció Leonardo Pisculichi, que recuperó su zurda mágica y de tiro libre la clavó al ángulo: golazo para el 2-1, su primer gol en este 2015. Se sacó la mufa con una de las joyas que supo mostrar el año pasado.
Con la ventaja conseguida, el Millo se plantó mejor en cancha, con más confianza y en búsqueda de otro tanto para encaminar mejor la serie.
A los 37´, otra distracción casi resulta fatal para el Millo: lo tuvo Ananias, en la puerta del área, y atajó Barovero. Con poco, Chapecoense llegaba y generaba peligro, pero a los 41, con Gonzalo Martínez en cancha, llegó el tercero, gracias a una guapeada de Sebastián Driussi, que la peleó y se la sirvió a Sánchez para empujarla y poner dos goles de ventaja.
Sobre el final, Driussi tuvo el cuarto en sus pies, pero no pudo definir. Fue 3-1 final. Buen triunfo para el Millo, que ganó y definirá la serie de cuartos en el Arena Condá de Chapecó el miércoles que viene (avanzará a semis ganando, empatando o perdiendo por un gol). Pero Chapecoense convirtió de visitante y resultó más difícil de lo esperado. Quedan 90 minutos más de una serie apasionante.