"Hoy te convertís en héroe", le dijo Javier Mascherano a Sergio Romero, previo a la tanda de penales entre la Selección Argentina y su par de Holanda, en el Mundial de Brasil 2014. El ganador sellaba su pase a la final de la Copa del Mundo y se vería las caras con Alemania. Finalmente, la Albiceleste pasó a la siguiente fase y el arquero fue la gran figura desde los doce pasos. Lo que vino después es historia conocida, aunque dolorosa para el pueblo argentino. Sin embargo, la frase del volante del Barça ha quedado en la retina de los amantes del fútbol y hoy es utlizada con frecuencia. Y, hoy, se puede decir que Fabián Monzón se convirtió en héroe.

Un héroe bastante inesperado a decir verdad, pero héroe al fin. No se destaca por una gran capacidad goleadora, pero apareció con un cabezazo clave, para que Boca Juniors rompa la sequía de títulos... Nadie esperaba que de Monzón saliera el gol que le significaría el título al conjunto xeneize. "Yo tenía que ir siempre al primer palo a buscar la jugada ahí. Tuve la suerte de convertir”, confesó el lateral una vez culminado el encuentro.

Mientras Carlos Tevez le tomaba el agua a Javier García, Nicolás Lodeiro ejecutó un tiro de esquina preciso al primer palo. Allí, como un camión entró Monzón que, ante la pasividad defensiva rival y la floja salida del portero, desvió el centro con la cabeza y estableció el único tanto del partido. El tiempo siguió corriendo y Tigre no pudo hacer nada para evitar la derrota, dejando como ganador a Boca, que con ese resultado se consagró campeón del fútbol argentino.

El goleador y figura inesperado realizó un partido correcto. Pasó al ataque con seguridad y vehemencia; y en defensa no se complicó: cuando tuvo que reventar, reventó y, cuando pudo jugar, jugó. Además, el lateral tuvo un buen ida y vuelta por la banda y pudo asociarse, por momentos, con Tevez y Nicolás Lodeiro.

Fabián Monzón llegaba a este partido, luego de ser indultado por Rodolfo Arruabarrena. Es que el defensor se hizo expulsar sonsamente en el amistoso ante River, en Córdoba, y eso molestó al entrenador, por lo que lo dejó afuera del clásico ante Racing. El DT decidió devolverle la confianza y el lateral le respondió con una buena actuación y el gol, que le valió el título a su equipo. “Pensé mucho en mi familia y los que me apoyaron en buenos y malos momentos”, contó el jugador.

Monzón tuvo un año irregular, con altibajos en cuanto al rendimiento. Sin embargo, el defensor tiene ganas de quedarse en Boca y lo manifestó en el cierre de la charla post partido con la transmisión televisiva. “Hay que hablar. Mi deseo es quedarme y sería muy feliz”, concluyó el héroe de la tarde noche en la Bombonera