Se copa Boca

En un partido con más de una polémica, debido al bochornoso arbitraje de Ceballos, el flamante campeón argentino superó a Rosario Central en la final de la Copa Argentina por 2-0, adjudicándose la doble corona.

Se copa Boca
Pablo Pérez levanta la Copa y todo Boca festeja | Foto: Télam
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Por Huaman Gabriel Sosa

El estadio Mario Alberto Kempes se vio colmado hasta el tope esta noche. Como en sus viejas épocas de Chateau Carreras albergando históricos recitales de Los Redondos, Soda Stereo y demás leyendas del rock nacional, el principal recinto cordobés explotó de gente que esperaba, ansiosa, vivir la final de la Copa Argentina 2015. Los protagonistas: Boca Juniors y Rosario Central.

El Xeneize llegaba al partido definitivo tres días después de consagrarse campeón del torneo de Primera División con una fecha de anticipación. Justamente, en la última debe enfrentar al Canalla, que arribó a la instancia definitiva luego de dejar escapar la chance de acercarse al puntero al perder con Banfield.

Aún con estos dos presentes favorables, pero uno con final más feliz que el otro, Central llegó al partido con la chapa de ser el equipo sorpresa de la temporada y, además, el de mejor juego. Esta última condición se reflejó en el encuentro pero, al igual que en los resultados de la campaña, no en el marcador. 

El comienzo del juego fue alentador para los rosarinos: la dupla Marcelo Larrondo-Marco Ruben era arrolladora para la defensa de Boca. Entre la velocidad del primero y la potencia del segundo, Daniel Díaz y Fernando Tobio sufrieron por demás, siendo superados ampliamente.

Justamente, apenas comenzado el partido el Cata Díaz perdía en velocidad dentro del área con Larrondo, pero se redimió con un cruce oportuno que todo Central reclamó como penal. Vale aclarar que, antes del minuto de juego, el club de la Ribera había hecho el mismo reclamo por un agarrón a Nicolás Lodeiro dentro del rectángulo rosarino.

Durante casi 40 minutos el equipo porteño se vio superado, estando condicionado, además, por la pronta amonestación de uno de sus mejores botines, Pablo Pérez, antes del cuarto de hora.

Justo cuando el conjunto de Rodolfo Arruabarrena comenzaba a mostrar buen juego, apareció la primera polémica: centro al área, indecisión de Agustín Orion, cabezazo impecable de Ruben, gol y... banderín arriba del juez de línea. La acción se anulaba por un supuesto offside de Larrondo que, finalmente, se confirmaba, ya que el delantero partía con una fracción de la pierna izquierda fuera de lugar, participando luego en la jugada al buscar la pelota.

Esta decisión arbitral hizo estallar de bronca a Eduardo Coudet, que, una vez más, se iba expulsado de la cancha, finalizando el primer tiempo con esta imagen. 

Sin embargo, para la segunda parte llegó lo peor: no se cumplía la primera hora de partido cuando Gino Peruzzi escapó muy bien a Paulo Ferrari y encaró al área. El ex River Plate, desesperado, tomó al lateral por la camiseta y tocó su pie de apoyo, cometiéndole infracción a casi un metro de la línea de cal, pero el árbitro Diego Ceballos decidió cobrar un penal increíble.

Poco valió esta injusticia para el uruguayo Lodeiro, que se hizo cargo de la pena y convirtió el 1-0 para el equipo del Vasco Arruabarrena. La bronca estalló en todo el estadio, tanto dentro como fuera de la cancha, y los cánticos contra el referí no tardaron en bajar al terreno de juego, reflejándose, además, en los reclamos de los jugadores.

Ya condicionado, vistosamente nervioso y reciminado por propios y extraños, Ceballos siguió decidiendo erróneamente jugadas menores, pero el mal mayor ya estaba hecho y no había quien lo sacara del ojo de la tormenta. Para colmo de males, faltaba un segundo error clave.

Tres minutos más había marcado el mismo árbitro. Cuando se cumplieron dos de estos, el juego adelantado y ofensivo de Central permitieron que se concretara eso con lo que ya había amenazado en más de una ocasión Boca: de una contra nació el segundo tanto.

Marcelo Meli fue el encargado de conducir la pelota y, una vez dentro del área, habilitó a Andrés Chávez. El ex Banfield marcó, pero la cancha se volvió a embarrar, ya que partía en offside por una rodilla. Casualidad o no, la misma diferencia que privó de la apertura del marcador al Canalla, que, esta vez, fue canalleado.

Los errores son errores y existen, no hay forma de eliminarlos. Pero hay una realidad ineludible: Boca es el actual campeón absoluto a nivel nacional, quedándose tanto con torneo local como con la Copa Argentina. Ahora, lo espera la Supercopa Argentina contra el subcampeón del torneo Julio Humberto Grondona, que se disputa entre San Lorenzo, Racing y el mismo Rosario Central.