Duda inicial, ilusión, recaída, recuperación y levantada final. Así podría definirse la temporada de Belgrano, que una vez más, cumplió con el objetivo trazado. Al comenzar el año, cuerpo técnico y jugadores del Pirata se proponían ingresar a la Liguilla Pre-Libertadores.
Hoy, la clasificación al reducido es un premio a la regularidad de los dirigidos por Ricardo Zielinski. Pero nada es casualidad, todo es consecuencia de un proyecto de trabajo que lleva sus años y que se reinventa permanentemente desde el 2011, y que seguirá por lo menos hasta diciembre de 2016 con la continuidad asegurada del Ruso.
Con 51 unidades, producto de 14 victorias, 9 empates y 7 derrotas, superó su mejor campaña histórica y consiguió el mejor promedio de puntos obtenido (56,66% de efectividad) por un equipo cordobés en torneos largos de Primera División de la AFA. Además con el sexto puesto conseguido entre 30 equipos tendrá por varios torneos asegurada la permanencia.
Una racha para ilusionarse
Después de un comienzo dudoso, el Celeste cosechó un invicto de siete partidos sin perder (6 PG y 1 PE), entre las fechas 6 y 12, que llevaron al elenco de Barrio Alberdi a esperanzarse con pelear por el titulo. De hecho en la jornada diez, luego de vencer a Crucero del Norte, llegó a ser líder del certamen de manera provisional.
Bajón futbolístico, ¿fin de ciclo?
Disputar un torneo largo con un plantel corto y de poco recambio, podía llegar a tener sus consecuencias. Quizás a la B le tocó en el momento menos indicado, justo cuando empezaba su participación en la Copa Sudamericana. Algunas lesiones y suspensiones fueron determinantes y los siete juegos que estuvo sin sumar de a tres, entre ellos los dos por el certamen internacional, llevaron a muchos a poner en duda la continuidad de Zielinski.
Premio a la regularidad
Después de toda tormenta siempre sale el sol y cuando parecía que el Pirata se quedaba con las manos vacias, corrigió a tiempo y terminó logrando la ansiada clasificación a la Liguilla Pre-Libertadores, donde enfrentará en semis a Independiente en Avellaneda, que por el campeonato sólo perdió un encuentro en el Libertadores de América y fue justamente contra los gladiadores de Alberdi.
Lo que viene ahora es extremadamente difícil, pero no imposible. Este Belgrano sabe de ir de punto y salir airoso. Este Belgrano quiere seguir escribiendo historia. ¿Podrá? ¿Por qué no? Está a tres partidos de jugar por tercera vez una competencia internacional y a tres partidos de entrar por primera vez en su vida a la Copa Libertadores.