Marcelo Meli llegó a mediados del 2014 al conjunto xeneize, luego de que Colón se fuera a la B Nacional pese a los esfuerzos de sus jugadores, que hicieron un campañón. Un año y medio más tarde, las lágrimas del descenso se transformaron en risas, saltos y cánticos. El volante se consagró campeón con Boca Juniors, pero no se olvidó del equipo que lo vio nacer y que, en este torneo, zafó del descenso y logró clasificar a la Liguilla Pre Sudamericana.

El mediocampista es reconocido, tanto por el cuerpo técnico como por los hinchas, por su entrega dentro del campo de juego. Meli corre prácticamente todo el partido y, generalmente, termina extenuado por el esfuerzo. En este torneo, el volante perdió su lugar con Pablo Pérez, ya que junto a Fernando Gago, le ofrecían el armado de juego al equipo. Sin embargo, a causa de la lesión del volante del seleccionado albiceleste, el ex Colón terminó como titular en el primer equipo.

En el Torneo Julio Humberto Grondona, Meli fue titular en 17 encuentros y suplente en 5. Además, convirtió tres goles en total. El nacido en Salto fue el encargado de darle la victoria al Xeneize ante Huracán, con un doblete, en Parque Patricios. El tanto restante lo marcó en la Bombonera, en el duro choque ante Godoy Cruz. Quizás no tuvo gran participación, pero Meli es un jugador valioso para este Boca que, en este torneo, mostró actitud. El de Salto fue importante a la hora de salir a presionar al rival o para retroceder realizando las coberturas.

Con poco o mucho, el surgido de las inferiores del Sabalero es muy querido por el hincha xeneize. Esa entrega, las ganas de querer dejar todo, es lo que hace que el hincha lo despida con aplausos y no con abucheos. Meli es un luchador, que hoy tiene su premio. El volante cambió lágrimas y desazón, por festejos y cánticos.

Meli le convirtió un gran gol a Huracán