Álvaro Montero:

Llegó a mitad de año para cubrir el puesto libre dejado por Leo Franco. El club apostó por su juventud, tiene apenas 20 años, y adquirió el 80% del pase al Sao Caetano con la intención de que compita por un lugar en el banco de suplentes con José Devecchi. Este semestre el arquero colombiano no tuvo la oportunidad de debutar en el arco de San Lorenzo, ya que las veces que Sebastián Torrico dejó los tres palos, su lugar fue ocupado por el juvenil del club.

Gonzalo Prósperi:

No fue bueno el año del defensor, las lesiones fueron predominantes y esto lo mantuvo lejos de las canchas. Tuvo que esperar a mitad de año para pisar, tras siete meses, un campo de juego a causa de la lesión sufrida en octubre del año pasado. Disputó varios minutos, pero un desgarro en el aductor lo volvió alejar varias semanas más del fútbol y si bien sumó minutos de juego en la culminación del torneo no fueron suficientes para demostrar todo lo que realmente puede dar.

Ramiro Arias:

Si bien había disputado algunos encuentros como titular por Copa Argentina, gracias a que Emmanuel Más se fue de gira con el seleccionado argentino por Estados Unidos, tuvo la gran oportunidad de formar parte del once titular que enfrentó a Boca en La Bombonera. El encuentro era una final por el primer puesto y el defensor proveniente de las inferiores del club estuvo a la altura de lo que el encuentro ameritaba.

Foto: Goal.

Matías Catalán:

Todo el año estuvo tras la sombra de Julio Buffarini y tuvo sólo cuatro oportunidades para demostrar todo su potencial. Los pocos minutos que tuvo de juego parecen haber gustado, ya que a mitad de año surgió la posibilidad de ser convocado por Sampaoli para formar parte de la Selección de Chile de cara a las Eliminatorias de Rusia 2018.

Foto: Taringa.

Luis Ávila:

Llegó a principios de año al club y todas las expectativas estaban puestas en él; pero Bauza no le dio las oportunidades necesarias para demostrar todo aquello que prometía antes de su arribo al club. Tan sólo disputó 5 partidos, uno por la Copa Libertadores, en todos ellos fue suplente y cada vez que le tocaba ingresar encaraba hacia delante demostrando toda su habilidad.

Facundo Quignón:

Otra de las promesas, que llegó libre de River en el 2013 y Bauza promovió a la primera el año pasado. Si bien en los primeros partidos se ganó al público y todo hacía suponer que sería el dueño del mediocampo cuando Ortigoza o Mercier no estén en cancha; este campeonato el técnico no le dio las posibilidades necesarias y sólo disputó seis encuentros.

Martín Rolle:

Nunca estuvo en las preferencias del director técnico por eso a mitad de año, cuando regresó de jugar en el Asteras Trípoli de Grecia, la idea era transferirlo definitivamente a otro club. La venta no llegó y se quedó en el club de Boedo, donde con paciencia consiguió volver a ser tenido en cuenta por el Patón. Las bajas que sufrió el equipo en el último tramo del torneo, especialmente de los jugadores habilidosos, le abrieron la puerta a Rolle quien se calzó la azulgrana y tuvo que ocupar el lugar de Romagnoli en algunos encuentros.

Fernando Elizari:

Regresó a mediados del 2015 a San Lorenzo tras su pase, a préstamo, por el Club Deportivo O’Higgins de la Primera División de Chile. En su vuelta a Buenos Aires fue parte del equipo que derrotó al Málaga por penales y fue el autor del primer gol; pero luego tuvo que esperar para volver a tener ruedo en el equipo. La mala racha del Ciclón, en cuanto a las lesiones sufridas o suspensiones, permitieron que el volante tenga reiteradas oportunidades de ser titular, aprovechando las mismas generando asistencias de gol y también tuvo la mala suerte de errar goles claros.

Nicolás Blandi:

El delantero no fue uno de los favoritos de Edgardo Bauza por eso a principio de año tuvo que alejarse de San Lorenzo y seguir su carrera en el Evian de Francia; fue cedido a préstamo sin cargo y sin opción pero con la cláusula que si el equipo francés no lo utilizaba en al menos el 50% de los partidos que le restaban disputar, debía abonarle a San Lorenzo la suma de 75.000 euros. Sólo se alejó del club de Boedo por seis meses y regresó para jugar la segunda mitad del torneo que lo tenía al Ciclón peleando las primeras posiciones. Su nueva etapa en el club fue similar a las anteriores temporadas, con muy pocos minutos durante el semestre; pero tuvo la oportunidad de volver a las canchas en los últimos dos encuentros y fue clave en las victorias de su equipo. Blandi le agradeció al técnico la confianza depositada en él con dos goles claves para clasificar a la Copa Libertadores 2016.

Foto: Infobae.