Pitazo final de Penel. Un nuevo tumulto en el estadio Libertadores de América, éste más cortó que el anterior. El enojo por el polémico penal continuó, pero alguien entró a separar para que los jugadores enfilen hacia los vestuarios. Entre la algarabía local y el silencio por la ausencia de visitantes,  El Fortinero ingresa a la manga. Ahora la culpa no es de la máxima autoridad del juego, ni siquiera de un posible error de Desábato en levantar la mano, sino de todos.

Así terminó un pésimo 2015 en Vélez. El mal momento económico del club hizo el ‘efecto superinflación’ en la primera: el DT, Miguel Ángel Russo, tuvo que vivir emparchando a un equipo que mostró cada vez menos jugadores de experiencia e inversamente proporcional con los juveniles. Los refuerzos no rindieron como se esperaba, otros se fueron y hasta hubo que ‘limpiar’ lo poco que se tenía.

Como si la situación no fuera mala, el entrenador también tuvo varios entre dichos y otros códigos que un plantel plagado de juveniles. Así la brecha de lo clásico y lo actual se hizo sentir, donde varios de los jóvenes mostraron actitudes que no son acordes a los de un equipo netamente en formación.

Desde los números, el balance lo dice todo. Estuvo entre los diez peores equipos del campeonato de 30 (es decir, entre otro momento hubiera sido top 10 en la B Nacional) y fue eliminado en cuartos de finales de la Copa Argentina por un Lanús que mostró una cara similar a lo largo del año. Sin participación en las liguillas -los puestos de clasificación se extendieron hasta el vigésimo, lo que genera más enojo-, ese pitazo final terminó con más furia en un año triste.

En esta Guía VAVEL de cierre 2015, se intentará explicar el por qué del peor año de la historia del club en la máxima categoría del fútbol argentino:

+ Balance Torneo Julio Humberto Grondona: Un año para el aprendizaje y el olvido

+ Línea por línea: un plantel, cuatro historias

+ El estratega: el plan no dio resultados

+ Lo que se viene: que se repita la historia

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