"Espero aprovechar la chance", manifestó Alexis Rolín previo al choque ante Puebla, en México. Para celebrar la reinaguración del estadio Cuauhtémoc, Boca visitó al conjunto mexicano, con un equipo muleto. Rodolfo Arruabarrena probó algunos jugadores, entre los cuales estaba el uruguayo. Sin embargo, lejos de sus deseos, el defensor tuvo una flojísima actuación, que influyó en el resultado. En el tanto del conjunto local, el central perdió a Matías Alustiza, que marcó de cabeza. Luego, se iría expulsado por cometerle un penal al propio delantero.

En la primera parte del partido, Boca comenzó favorablemente. El conjunto de Arruabarrena tenía la pelota y manejaba los hilos del partido. Sin embargo, le faltaba esa chispa y profundidad que generan Carlos Tevez y Nicolás Lodeiro habitualmente. De todas formas, aprovechando algunos arranques de Sebastián Palacios el equipo xeneize logró acercarse a la portería del Puebla, aunque sin llevarle demasiado peligro.

Ya en el complemento, el Vasco Arruabarrena decidió dejar a Jonathan Calleri en el banco. El delantero podría haber jugado sus últimos minutos en el conjunto xeneize, ya que existe una propuesta concreta de un grupo inversor para llevarlo al Viejo Continente. Su lugar lo ocupó Andrés Chávez, que ingresó muy bien y pudo arreglárselas solo para generar alguna chance, ya que sus compañeros se abocaron a dar una mano a la última línea, que la pasó mal.

Boca perdió constantemente en los centros y, para colmo, la floja noche de Rolín no ayudó demasiado. El uruguayo estuvo nervioso y perdido desde el arranque de la segunda etapa. Hubo varios desacoples defensivos con Lisandro Magallán y, en el gol del Chavo Alustiza, el charrúa perdió la marca del delantero. Para coronar su floja noche, el ex Catania le metió un codazo al ex Chacarita, que derivó en penal y expulsión para él. 

Aunque Alustiza malogró el penal, la situación no mejoró para el Xeneize. Puebla mantuvo el control del encuentro y siguió generándole peligro a Guillermo Sara, quien ingresó en el arranque de la segunda parte. Con diez jugadores, Boca no hizo mucho en ataque y siguió cometiendo errores en la última línea.

El Xeneize se dejó llevar por la bronca con el árbitro, que en el comienzo demoró el partido porque exigió a Agustín Orion que se cambie el buzo. De todas formas, sin sus jugadores más importantes y sin nada que perder, es lógico que Boca juegue estos partidos como lo que son, amistosos. Los mismos, le sirven al Vasco para probar jugadores y comenzar a definir el plantel para el próximo año, donde la única incógnita por ahora es saber ¿contará con Calleri? o ¿llegará Daniel Osvaldo?