Su llegada generó más de una polémica. No por sus dotes futbolísticos, que ha mostrado con creces en cada club que jugó. Sino por su edad, 36; próximo a cumplir 37, una edad muy avanzada para un futbolista. Iván Alonso, así y todo, fue llamado por el mismo Marcelo Gallardo, que lo tiene visto en Nacional de Montevideo. Generalmente, el Muñeco ha acertado cada vez que pidió a un jugador; cuatro copas internacionales en un año demuestran el buen ojo del DT.,

En el Bolso, fue un artillero letal: 55 gritos en 87 partidos, un promedio de 0,63 goles por encuentro. Al igual que en Toluca y en el fútbol español (Murcia, Alavés y Epanyol), el Terrible mostró todos los recursos para convertir: buena pegada con ambas piernas (es zurdo), cabezazo, media distancia, y hasta de chilena ha convertido. No es el típico 9 que espera agazapado su oportunidad, sino que además tiene una técnica y velocidad envidiables, pese a sus años.

Con la partida de Fernando Cavenaghi, River ha perdido a un atacante no solo goleador, sino ídolo y voz de mando. Se quedaron Lucas Alario y Rodrigo Mora, una dupla que ha rendido, sumando a Sebastián Driussi (de gran verano). No obstante, hacía falta un delantero con buenas referencias y gran promedio de gol, con rodaje internacional y que sirva como recambio, ya que River afrontará muchos compromisos en estos seis meses.

Un detalle: desde el Clausura 2002 que el máximo artillero de un torneo local no es de River (aquella vez fue el mismo Cavenaghi). Desde entonces, aparte del Torito, han rendido Ernesto Farías, Gonzalo Higuaín y Radamel Falcao, pero nadie ha sido capaz de volver a posicionar a un atacante millonario en la pole position de un campeonato. ¿Alonso cortará el maleficio y acallará las críticas previas?

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