¡FELICIDADES! ¡FELIZ DÍA! ¡FELIZ 7 de marzo! Hoy, hace 17 años que se festeja el día del hincha de Racing. Muchas felicidades para todos lo que siempre estuvieron, en cada uno de los momentos, tristes o alegres. Desde el norte de Argentina hasta el sur. Desde Alaska hasta Nueva Zelanda. A los que los siguen la camiseta celeste y blanca por herencia de los viejos y los que la eligieron de pendejos.

De todas formas, la palabra correcta es 'GRACIAS'. ¿Por qué? por lo más importante, gracias por salvar al club, y por permitir que todos los simpatizantes disfruten hasta hoy -ojalá por un número infinito de veces más- que el Primer Grande del fútbol argentino juegue todos los fines de semana.

Foto: Página oficial de Racing Club.

Fueron días tristes, aquellos primeros de 1999. Por lo menos en los primeros meses. La Acadé venía de gastar plata como si no hubiera mañana. Igual, el problema venía desde hace rato, porque un año antes, el 10 de julio del 98', el presidente de la institución, Daniel Lalín, pidió la quiebra. Y, para colmo, todo eso fue a seis meses de asumir. Seis meses, sí.

Marzo fue el mes clave, sobre todo la primera semana. ¿Quién iba a decir que sentimientos diferentes se iban a encontrar en menos de siete jornadas? El cuadro de Avellaneda ya había tocado fondo y el 4 de marzo del último año del Siglo XX, la síndico Liliana Ripoll rompió el corazón de millones de personas. "Racing Club Asociación Civil ha dejado de existir", sentenció, antes de que la Sala II de Cámara de Apelaciones de La Plata ordenaba la clausura y la liquidación de los bienes del club, mientras una multitud de fanáticos se reunía en el Congreso de la Nación y en Plaza de Mayo, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, esperando por un resultado que nunca apareció. No hay otro adjetivo para calificar esas 24 horas: una porquería.

Foto: web.

Hay que sumar más. El presidente Lalín no tenía respuestas para explicar la situación (le tiraron un redoblante en una reunión con los socios), había incidentes en la sede de Avellaneda y, lo peor, la Justicia dictaminó no habilitar a los albicelestes a debutar en el Torneo Clausura, que empezaba en esa semana, frente a Talleres de Córdoba.

Cualquiera puede imaginar la reacción de todos los académicos. Entre lágrimas, la frase se repetía: "Yo no lo puedo creer". Sin embargo, unos días más tarde, algo muy pocas veces visto se vivió en el Estadio Presidente Perón.

El 7 de marzo, cuando el conjunto dirigido, en ese momento, por Gustavo Costas, debía empezar el campeonato local, la multitud que se manifestó por Capital Federal, 72 horas antes, volvió a decir presente. Por la tarde, más de 35 mil personas coparon el Cilindro, sin haber ningún partido por jugar. Bah, de hecho sí se jugaba algo. Se estaba disputando la continuidad de la institución. Y se ganó esa batalla, gracias al cielo. Miles estaban en la tribuna cantando por Racing, que necesitaba ayuda. Abuelos, padres, nietos, todos juntos. El entrenador, junto con varios futbolistas de aquel tiempo, salieron a saludar hacia las gradas, en modo de agradecimiento y apoyo por el duro pasaje que se estaba atravesando.

Foto: El Gráfico.

La noticia recorrió el mundo. Inolvidable la portada del Gráfico que decía "La historia no puede terminar así ¡Racing Vive!". La tapa de Olé que enunciaba "Racing vuelve por la gente". Y las fotos de las banderas que colgaron algunos en el estadio. "RACING NO SE CIERRA" y "ESTE AMOR NO SE QUIEBRA" sobresalieron entre muchas. Imposible encontrar más pasión, lo de llenar la cancha fue un sentimiento tan puro, tan hermoso para contrarrestar algo tan malo y horrible. Qué poco saben los que piensan que "es sólo fútbol".

Dos días después, un poco más de felicidad tocó Avellaneda. Cámara de Apelaciones platense aclaró su fallo, ante los hechos públicos de amor incondicional vividos. Se autorizó al Primer Grande a jugar en Primera División pero, eso sí, se mantenía la posibilidad de liquidación de los bienes. Mas no terminó ahí, sino que en agosto del mismo año, se impidió que la sede de Villa del Parque fuera rematada.

Gracias a las grabaciones, a los papeles y al boca en boca, todo va quedar en la historia. El 7 de marzo de 1999, los hinchas salvaron a Racing. Por eso, muchas gracias. Desde los que se movieron, hasta los que estaban en Tokio, haciendo el aguante. Gracias y, sobre todo, enhorabuena por el amor incondicional, puro e inocente a una camiseta que no da de comer, pero sí alimenta el alma. Hace 17 años empezó la lucha que terminó en el 2008, cuando se levantó la quiebra y el control de la Academia volvió a sus socios, como siempre tuvo que ser.

Nadie se va olvidar ese día. Por lo vivido y por lo queda por vivir, felicidades, ¡Salúd, campeón!