Cuando se sorteó el fixture, Talleres sabía que tenía 3 partidos seguidos ante rivales que van a ser protagonistas: Ferro, Instituto y Nueva Chicago. El primero lo ganó con autoridad y el segundo rescató un empate en el que se celebró más el hecho de mantener el invicto que el punto de local. Ante el ‘Torito’, que venía de ganarle a Santamarina, tenía otra visita de riesgo y con pocos días de descanso ya que el equipo de Kudelka había jugado el martes y este encuentro se adelanto para el sábado por “cuestiones de seguridad”.

En líneas generales fue un partido feo, chato, con imprecisiones y sin mucho fútbol para rescatar. Es que gran parte del tiempo, el cotejo estuvo metido en una meseta y, esporádicamente, salía de ella para hacer poner de pie a los espectadores. En este contexto, Chicago fue el primero en avisar con un centro que despejó mal Caranta pero que tapó muy bien en el rebote que había capturado Brito. Luego el trámite se emparejó, hubo pierna fuerte y varios amonestados. Pero también iba a venir la apertura del marcador a los '19: desborde de Solís, centro a medias que sacó muy mal Sánchez y Jeréz Silva, de unos 25 metros, la clavó fuerte y abajo, a la madriguera del arco. 1 a 0 en la primera llegada clara y neta de la visita.

El local era el que más insinuaba pero le costó concretar alguna llegada, a pesar de tener varias pelotas paradas a favor. Talleres, por su parte, controló bien las acciones, con oficio y solidez. En la faceta ofensiva, intentó arremeter de contra pero sin eficacia: un disparo fuerte y alto de Ramis fue la otra situación del visitante. Así, entre bostezos, se fue el primer tiempo.

En el complemento Chicago empezó a copar el campo de Talleres pero con más ímpetu que fútbol producto de algunos centros pero sin complicaciones para la defensa 'Albiazul'. Cada vez se jugaba más cerca del arco de Caranta pero el empate no se veía venir hasta que, el ex arquero de Central, se mandó un error grave que le permitió empatar al “Torito”: pelota dominada sin problemas, se apresuró en meter la contra y con el empeine calzó mal a la pelota y se la dejó a los pies de Giménez que la colgó por arriba. Un empate sin muchos merecimientos hasta ese entonces pero en un momento clave porque el local no encontraba los caminos.

Con el empate las cosas se nivelaron un poco más. Kudelka no arriesgó con los cambios y prefirió oxigenar al equipo: Juárez por Reynoso y Gutiérrez por Solís. El otro cambio fue obligado, ya que Bay tuvo una contractura y Roselli ocupó su lugar. De allí hasta el final, el desarrollo se tornó impreciso y, más allá de que los dirigidos por Andrés Guglielminpietro se mostraron más decididos a quedarse con la victoria, jamás encontraron claridad como para torcer el rumbo de la igualdad. En ese lapso, Chicago pudo desnivelar con la pelota parada pero falló en la ejecución. La última fue para Talleres, en su única aproximación en el complemento, con un centro que Strahman no pudo conectar con el taco. 

Nada más para agregar. Ceballos pitó el final y el empate deja conformes a medias a cada equipo en un partido dominado por la imprecisión pero jugado al límite. Aburrieron en Mataderos, hicieron negocio y a otra cosa. Por cómo se dio el trámite la igualdad está bien: un tiempo para cada uno y a pensar en lo que viene.

El equipo de Barrio Jardín tendrá varios días de descanso ya que en la próxima fecha recibirá a Crucero del Norte el miércoles 30/03. ¿El motivo? persevar el estado del campo de juego del Mario Alberto Kempes para el partido de la Selección Argentina ante Bolivia, el 29 del corriente.

En lo estadístico, Talleres lleva a 28 partidos como invicto (Federal A, B Nacional y Copa Argentina) y continuará como único líder del certamen pase lo que pase con sus escoltas. Además, batió el récord de invicto en condición de visitante para los equipos cordobeses en AFA: llegó a 20 y superó los 19 de Belgrano (11-12). ¿La última derrota? El 3 de diciembre del 2014 ante Gimnasia de Mendoza, por el Federal A.