El momento que vive Huracán no es casualidad. Tras el trágico hecho sufrido en las carreteras venezolanas, el Globo parece haberse recuperado del todo. Sólo faltan las vueltas de Toranzo y Mendoza para que la alegría sea completa. En la resurrección, hay un actor principal: Eduardo Domínguez. Él logró levantar al grupo luego de ese golpazo y ahora se puede permitir disfrutar por un rato del su plantel como potencial puntero del campeonato.

Estas épocas son para sonreír. En el Tomás Adolfo Ducó todo fue alegría en la tarde del Jueves Santo: el equipo está en un nivel altísimo. Su comandante lo sabe: "los jugadores tienen una confianza muy linda. Todos estamos ilusionados con este buen presente. Igual hay que seguir trabajando". 

Con el triunfo por 2 a 0 ante Aldosivi, los de Parque Patricios llegaron a su quinta victoria consecutiva. ¿La última vez que ocurrió? En los Ángeles de Cappa, cuando el hoy técnico todavía era marcador central izquierdo. "No nos fijamos en los partidos ganados o en la racha. Tenemos una seguidilla de partidos importantes pero nuestra cabeza siempre está en ganar el próximo encuentro" confesó el entrenador, restándole importancia a la estadística.

El barbudo ex central es consciente del nivel que tienen todos sus dirigidos. Sin embargo, eligió destacar a uno. "El presente de Wanchope es genial. Sabe que va a tener alguna chance y el equipo cree también en eso. Es difícil de encontrar esa cuestión mutua" se sinceró.

Para el final de la conferencia, Domínguez dejó de lado su imagen de serio entrenador y se permitió jugar un poco con los periodistas. Al ser consultado sobre cómo se imaginaría jugando en este equipo, el técnico prefirió tirarla afuera. "No creo poder estar. El Pelado (Mancinelli) está jugando impecable. Martín también, mas allá de su expulsión.  Después está Mario (Risso), Luquita Sosa, tenemos recambio y confiamos en ellos" tiró entre risas el gran armador de este Huracán.