Argentina debía afrontar un partido durísimo ante el seleccionado chileno. Chile, en su casa, recibía a la Albiceleste luego de la victoria por penales en la final de la Copa América.

El panorama general pintaba oscuro para los de Martino, pero a base de garra y poco fútbol demostró estar a la altura para golpear la puerta del ‘imbatible’ Bravo en los momentos justos y así llevarse tres puntos de vital importancia de cara a lo que viene.

A la hora de resaltar una línea de juego entre el arquero, defensores, mediocamistas y delanteros se puede mencionar que la posta integrada por Mercado, Otamendi, Funes Mori y Rojo tuvo una noche de ensueño.

En cada cruce, cada avance de La Roja al arco de Chiquito había una muralla defensiva que metía miedo. Ese temor, fundado principalmente por Nicolás Otamendi y Ramiro Funes Mori le permitió a la Argentina mostrar el camino a la victoria.

Caudillos, líderes, torpes y con confianza. Un cóctel letal que a todo argentino le encanta. La Roja avanzaba por tres cuartos de cancha hasta que aparecían los kamikazes de la causa, los locos de la azotea, los referentes de la línea de fondo.

Por su parte Otamendi tuvo la responsabilidad, en la mayoría de los noventa minutos de juego, de marcar a Alexis Sánchez, la figura del seleccionado chileno. Anticipó, cortó cuando no llegó y se mostró sólido cómo roca al igual que el patriarca Funes Mori. Letales, los jugadores chilenos sentían en la nuca el toro que se aproximaba, la respiración de un gladiador que está dispuesto a llevarse pelota, pierna, cuerpo y cabeza.

Esa forma de jugar, que es ideal para el esquema de Martino para recuperar rápidamente el balón, como pasó en el primer gol con el pase de primer toque del Mellizo, les jugó una mala pasada ya que los dos defensores vieron la amarilla y se perderán el duelo ante Bolivia en Córdoba.

De esta manera, el Tata deberá pergeñar una zaga central completamente nueva que estaría integrada por Martín Demichelis y Javier Pinola, recientemente convocado a la Selección nacional. Otra opción que considera el entrenador a ésta altura del día viernes, sería colocar a Mascherano en la línea de fondo ya que el rival de turno no es de fuste y se podría dar el lujo de priorizar una salida limpia con la pelota a ras del suelo.