Se llegó a la décima fecha y el equipo sigue sin jugar bien al fútbol. Mauricio Pellegrino no logra encontrar respuestas ante los bajos niveles individuales de muchos jugadores. Esta vez, ante Olimpo y en Avellaneda, se volvió a ver un equipo que no sabe a lo que juega. Varían los nombres pero el funcionamiento sigue sin aparecer. Pocas situaciones de gol y muchas dudas a la hora de generar fútbol.

Las variantes de un partido a otro ya son frecuentes. Es que a pesar de haber conseguido tres triunfos en fila, Independiente dejó muchas dudas. Sin embargo, y a pesar de esa búsqueda constante de variantes, el juego no aparece y los resultados también han sido esquivos en las últimas dos fechas: 0-0 ante Sarmiento y Olimpo, dos rivales a priori inferiores, y a los que había que vencer para demostrar que la intención de ser campeón no es una simple utopía.

Sin embargo, los futbolistas salen a la cancha y sí, reencontrarse con la vuelta olímpica parece una utopía. Ante Olimpo, sólo Cristian Rodríguez estuvo a la altura, con mucho desmarque, empuje, garra. "Cebolla" fue para adelante en todo momento, pero sus compañeros no se contagiaron. Incluso, Martin Campaña debió lucirse más de una vez para dejar el arco en cero.

Esta vez, Pellegrino optó por el 4-2-3-1, con la vuelta de Jesús Méndez al lado de "Torito" Rodríguez y la línea de Rigoni-Rodríguez-Benítez por detrás de Germán Denis. Pero la profundidad otra vez brilló por su ausencia, y ni siquiera los ingresos de Leandro Fernández y Jorge Ortíz pudieron darle otro ritmo al equipo.

Las fechas pasan y no sólo preocupa estar a cuatro puntos del lider. Incluso, jugando así la posición en la tabla parece una bendición. Queda poco tiempo para una reacción, pero el hincha hoy por hoy no tiene motivos para esperarla.