Seguramente aquella tarde del 15 de junio de 2013 será recordada por los hinchas como una de las más tristes de la historia del club o también de su vida. Luego de tres años con magros resultados Independiente descendía a la B por primera vez en su historia luego de caer por 1 a 0 contra San Lorenzo con gol de Ángel Correa.

La gente tomó ese partido como una verdadera final. Ese día familias enteras, hinchas, simpatizantes y vecinos del barrio peregrinaron por las calles de Avellaneda y colmaron el estadio, esta vez dando el presente en las malas, a la espera de un milagro, que finalmente no llegó. El rojo tenía que esperar que San Martín de San Juan no le ganase a Estudiantes y que Argentinos Juniors no lograra un triunfo contra Colón.

Ese día, Miguel Bridisi mezcló jugadores de experiencia con juveniles e Independiente formó con: Diego Rodríguez; Julián Velázquez, Cristian Tula, Claudio Morel Rodríguez, Lucas Villalba; Hernán Fredes, Fernando Godoy, Juan Manuel Trejo; Daniel Montenegro; Francisco Pizzini y Adrián Fernández.

Mientras que Juan Antonio Pizzi dispuso de lo mejor que tenía para jugar el partido y paró el siguiente equipo: Sebastián Torrico; Gonzalo Prosperi, Pablo Alvarado, Mauro Cetto, Walter Kannemann; Leandro Navarro, Juan Mercier, Ignacio Piatti, Leandro Romagnoli; Ángel Correa y Gonzalo Verón.

Tal como se esperaba el partido no fue bueno. El local, lleno de presión y nervios por el inminente descenso, jugó un partido deslucido mientras que el visitante en ningún momento de la tarde se quiso vestir de verdugo.

El inicio del partido se demoró debido al gran recibimiento por parte de la hinchada. Humo rojo, bombas de estruendo, petardos y principalmente el aliento del público, que se llevó el protagonismo en esa salida. Seguramente si había alguien que no sabía mucho de futbol y veía ese recibimiento, hablaría de un equipo que estaba peleando el torneo.

El partido fue malo, casi no hubo remates a los arcos. La gente en las tribunas estaba con la radio pegada a la oreja, expectante por los resultados de los otros dos partidos.

Las noticias que llegaban de las otras canchas no eran buenas -triunfos de Argentinos y San Martin- y encima a los 14 minutos del segundo tiempo, Ángel Correa recibió un pase de Alan Ruiz y la acomodó contra el palo izquierdo del ruso Rodríguez que nada pudo hacer para sellar el 1 a 0 definitivo.

Más que rescatable lo del hincha de Independiente, que no paró de alentar en ningún momento y que minutos antes del pitazo final de Silvio Trucco, no provocó incidentes y con los ojos llorosos se fue del estadio al grito: “Señores, yo soy de Independiente; Somos el orgullo nacional; Ahora que vos estás en la mala; Nunca te vamos a abandonar”. Un gesto para destacar.

El resumen:

Sin duda alguna, la dirigencia de Comparada ni la de Cantero estuvieron en ningún momento a la altura de un club tan importante como lo es Independiente. El único que estuvo a la altura fue el hincha. Aquel que apoyo el equipo en las buenas y que en las malas no se borró en ningún momento y alentó en todo momento al equipo.

En el partido de este fin de semana Independiente buscará un triunfo que lo ubique cerca de la punta y también estirar la ventaja de ochos partidos en el historial con su rival. En el historial Independiente lleva 73 victorias, 65 derrotas y 51 empates en 189 partidos.

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Sobre el autor
Santiago Trillo
Periodismo Deportivo