Una noche con gusto amargo. Lanús con nada se llevó los tres puntos del norte al sur. Lejos de mostrar un buen fútbol, Tigre no se la hizo fácil y uno de los incansables fue Martín Galmarini. El capitán, que con Pedro Troglio, volvió a su puesto natural de volante derecho, anoche fue una de las figuras del partido y se vio una de las mejores versiones del Patito.

Incansable, yendo a buscar todas, buscando espacios para que Tigre se pueda ilusionar con llegar al empate. Remates de media distancia, corridas hasta el fondo, convirtiendo en protagonista al arquero granate, Fernando Monetti. Peleando todas y comiéndose la su banda. Haciéndose dueño y evitando que Lanús desplegara su juego por ese costado.

Solidario, ayudando a sus compañeros en la marca, tanto a Leandro Marín, en la banda derecha, como a Lucas Menossi en el medio campo. Incluso en algunas oportunidades, sobre todo cuando Juan Carlos Blengio dejo la cancha por lesión, se lo pudo ver en la posición de central y desactivando el peligro que llegaba al area de Javi García.

Sacrificándose por todos, corriendo por toda la cancha, parecía un juvenil y no un veterano de la institución. El Pato, que le devuelve con buenas actuaciones la confianza que Pedro Troglio tiene depositada en él.

Jugó como un hincha, eso esta a la vista de todos, pero la mala fortuna estuvo azotando a Tigre durante toda la noche, logrando que el resultado opacara la gran actuación que tuvo Martín Galmarini.

Con el 8 en la espalda y la cinta de capitán en el brazo, se puso el equipo al hombre y empujo al Matador  buscar el partido. La suerte no estuvo en su lado. Y a pesar de una magnifica actuación, el Pato se fue masticando bronca y la sensación de que merecieron más.

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