Un empate con sabor amargo, que deja poco y nada. Un partido en el que Racing mereció ganar, y la pelota no entró. Cuando un equipo siempre que ataca bien y llega al área rival es gracias a jugadas individuales es porque hay rendimientos bajos.
¿Qué le faltó a Racing? Motivación. El haber quedado eliminado entre semana de la Copa Libertadores no solo entristeció a los jugadores, sino que hizo que se despidan del único objetivo que podían llegar a cumplir de todos los que se habían propuesto para este semestre. Se vio la falta de motivación también, ya que, al prácticamente no tener chances de quedar en el segundo puesto, la Academia no le prestaba más atención al Torneo Local, por eso jugaban los suplentes.
¿Qué le faltó a Racing? Precisión. Sorprende que este equipo, que supo hacer 6 goles en más de un partido, pase de llegar 14 veces y marcar 6 goles a llegar 10 y no marcar ninguno. No lo digo solo por este partido, más allá de que hoy Racing no marcó ningún gol, hasta fin el de semana pasado, no había hecho goles en 3 partidos, y en la última semana jugó dos partido e hizo tan solo un tanto en cada uno.
¿Qué le falto a Racing? Equilibrio. Justamente la falta de este es una consecuencia de la precisión. Cuando el equipo anduvo preciso en ataque, le hacían goles todos los partidos, ahora que no anota ningún tanto, no le hacen más goles. Como si Racing ante tantas críticas por la mala defensa se hubiera inclinado tan solo a mantener el arco en 0 y se hubiera olvidado de hacer los goles.
Más allá de que queden tres partidos (dos por el Torneo Local y uno por Copa Argentina), el semestre para Racing ya terminó. Ninguno de los objetivos del equipo se pudo cumplir. Lo único que queda es despedir a Diego Milito como se lo merece e intentar ganar los partidos que quedan tan solo por el honor. En agosto arrancará una nueva etapa.