Ganas. Al menos eso. Diego Milito, con sus 36 años, alguien que, luego de darle todo lo que le dio al club, sigue demostrando el amor por la camiseta, el compromiso, las ganas, y por sobre todas las cosas el honor y el orgullo de llevar esta camiseta, la de Racing Club.

Salvo el capitán, los otros 10 jugadores ayer no hicieron nada, como si no hubieran jugado, como si no querían jugar. El compromiso no solo se demuestra cuando el equipo está bien  y uno tiene ganas de jugar, el compromiso también se demuestra cuando uno, sin tener nada por lo que jugar, igualmente le pone ganas y aunque no termine consiguiendo el resultado que quería, al menos lo intento.

Hay cosas que se le pueden recriminar al técnico, el mal planteo, el jugar a los pelotazos cuando Racing tiene jugadores para jugar por abajo, el poner a Noir de entrada y sacarlo en el entretiempo; pero las ganas no dependen del entrenador, las ganas y el amor a la camiseta depende pura y exclusivamente de cada uno de los jugadores.

¿Por qué hay que esperar hasta los 40 minutos para empezar a jugar como corresponde? ¿Por qué hay que esperar a que Bou, después de varios partidos con un nivel malo, haga un golazo para empezar a sentir el partido? ¿Por qué hay que esperar a que Milito se enoje con el árbitro y sea amonestado para empezar a mirar solo el arco de enfrente?

Justamente haciendo referencia a Milito, ayer dio una lección, como dije anteriormente, de lo que es amar a Racing, de lo qque significa el amor por la camiseta. Luego de un claro penal no cobrado, le recriminó a el réferi porque no lo cobro, pero lo importante es que lo hizo de tal manera que demuestra el fanitismo que siente y su compromiso. Eso demuestra porque es un distinto, porque siente al club como cualquier hincha, porque él es hincha.

El próximo fin de semana, Diego juega su último partido de local antes del retiro, el último será ante Gimnasia y Tiro de Salta el 25 de mayo por la Copa Argentina, se espera una gran asistencia por parte de los hinchas que lo quieren despedir, pero también se espera que el equipo levante el nivel y, que ante un equipo que está peleando por no descender, también despidan a Milito como se lo merece. La hinchada va a ser una fiesta, ojala el resultado refleje lo mismo.

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