Muchas emociones fueron las que se sintieron en el Cilindro. Es que ayer Racing no sólo jugaba el último partido del torneo, sino que Diego Milito, ídolo y capitán, jugaba su último encuentro con la camiseta del club que lo vio nacer.

Los hinchas, con una mezcla de felicidad y tristeza, ovacionaron por última vez al jugador que, tras su vuelta en 2014, le cambió la cara al club y lo llevó nuevamente a la gloria con un título. Y el ídolo, en un día tan especial para él, no resistió al llanto.

“Fue muy difícil para mí jugar este partido. Son muchas emociones juntas. La verdad que no tengo palabras, estoy muy emocionado. Me pasan un montón de cosas en este momento”, expresó emocionado el Príncipe, luego de haber terminado el encuentro frente a Temperley, donde La Academia ganó por 2-0.

En medio de aplausos y cantos de agradecimiento, el capitán agradeció a todos los hinchas que lo acompañaron en su carrera: “Le quiero agradecer a la gente por todo el cariño que me brindó. Me encantaría abrazar a todos, uno por uno”. Y agregó: “Me voy como quiero, en mi casa y con mi gente”

Sin embargo, este día no sólo fue emotivo por su retiro en el club de sus amores, sino también porque, en la madrugada del sábado previo al partido, nació su hija Morena, la primer hija mujer de la pareja. Por tal motivo, Milito sentenció: “Quiero agradecer a mi señora, que me dio la satisfacción de ser papá de nuevo, y a mi familia”.

Por último, el capitán expresó que el haber vuelto a Racing en 2014 y salir campeón “fue un gran sueño que pude cumplir”. “Tuve la suerte de cumplir muchos sueños, pero este es especial. Siempre tuve la ilusión de poder volver. A veces no es fácil de lograr, hay muchas cosas en el medio. Pero estoy tranquilo porque me retiré con la camiseta que amo”.