Bien, llegó Milito ¿y ahora? Y ahora toca la parte más difícil, conseguir los objetivos. Pero ¿cuáles son esas metas? ¿Hay material para lograrlo? ¿cómo se podría sacar lo mejor de este plantel?. Pues bien, veamos:

Por lo pronto fijemos los objetivos. Independiente el semestre que viene deberá jugar Copa Sudamericana, Copa Argentina y Torneo local. La misma cantidad de competencias que debió afrontar Mauricio Pellegrino en su primer semestre en el club. 

Con tres competencias por delante, se necesitará de un plantel amplio para poder pelear todas y cada una de ellas. La Copa Sudamericana podría tener una pequeña prioridad por el sólo hecho de ser un certamen internacional y otorgar un lugar en la próxima Copa Libertadores, pero se debe tener en cuenta que la Copa Argentina también da un cupo para la Libertadores y es mucho más corta que la Sudamericana, por lo cual no se la puede descuidar. En tanto que el torneo local le viene siendo esquivo al Rojo hace varios años y necesita volver a ganarlo. Así que podríamos decir que hoy por hoy las tres competiciones se encuentran en el mismo nivel de importancia para el club.

Lo que primero deberá hacer Milito para poder ilusionarse con alcanzar las tres competencias es encontrar un once titular. O una columna vertebral como mínimo. Cosa que este último semestre a raíz de lesiones, bajos rendimientos, cambios de esquema y demás, no se pudo hacer. Por suerte para el Cuerpo Técnico tiene bastante tiempo para trabajar y una pretemporada por delante así que podrá ir probando diferentes nombres y esquemas hasta decidirse. 

Cuando uno piensa en una columna vertebral de Independiente ¿qué es lo que sale? Campaña (si es que Milito no decide apostar por el Ruso), Cuesta (si es que no se vende), Tagliafico, ¿el Torito por su nivel en los últimos dos partidos tal vez?, el Cebolla Rodriguez (con sus lesiones a cuesta) y Vera. Todo bastante inestable. Y es que esa es la palabra que puede definir al Independiente de los últimos meses: inestable. Rendimiento muy dispares, cambiantes y poco regulares. Ese es un punto clave donde deberá trabajar Milito, la constancia en el rendimiento, poder obtener un equipo titular y lograr que funcione durante más de dos o tres partidos.

A pesar de la irregularidad de este plantel, no hay dudas de que está conformado con nombres muy buenos y que pueden dar mucho más. Es el caso de, por ejemplo, Méndez, Aquino, Denis, Rodriguez Berrini, Gómez, Albertengo y hasta podría incluir a Trejo. Jugadores a recuperar que han tenido un mal semestre, vienen de lesiones o todavía no pudieron explotar. Ya lo dijo el mismo Milito en su primera conferencia de prensa como DT del club:  cuando se juegan múltiples competencias, las variantes son de suma importancia.

Por último me centraré en lo que a todos no atrae más: pensar lo refuerzos. Hay puestos que claramente hay que reforzar (lateral derecho, volante por izquierda y enganche) y puestos que ya están por demás cubiertos (volante central y delanteros). Pero también hay que pensar en los imponderables ¿qué pasa si vende Cuesta o Tagliafico? ¿Y si el Cebolla sigue con las lesiones? ¿Y si algún jugador que venía bien baja estrepitosamente su nivel en la pretemporada? Contestar eso ya sería poner a hacer futurología, pero está claro que el número de refuerzos puede ir variando de acuerdo a cómo el Cuerpo Técnico vea que se desarrolla la pretemporada. Puede que la idea sea salir a buscar un 4, un 11 y un 10 y además terminar trayendo un central o un 3. También hay que tener en cuenta el trabajo de Milito con las inferiores y que conoce a varios de los chicos que hoy están en reserva así que es posible que se le pueda dar alguna chance más a alguno de ellos y en vez de traer un jugador de otro lado el DT prefiera apostar por algún juvenil.

No queda más que dejar trabajar a Gabriel Milito y su equipo.