Finalizado el torneo, Tigre llegó al objetivo, pero con las expectativas que había a principio de año sabe a poco. Con un cambio de DT en el medio, que le permitió llegar a los 20 puntos que Troglio apuntó desde su arribo, puso con objetivo a corto plazo.

En un torneo corto de apenas 16 fechas, el Matador pasó por varios cambios. La defensa fue de los que mas sufrió. Entre lesiones y bajos rendimientos, no fue muy frecuente que se repita. Salvo en la recta final, donde se encontró el “ideal” por llamarlo de alguna manera.

Muchas lesiones obligaron a improvisar.

En el inicio del 2016, con Mauro Camoranesi en el banco de los suplentes, sólo en una oportunidad pudo repetir los mismos 4 en el fondo. En las fechas 6  (Atlético Tucumán) y 7 (San Martín de San Juan), los nombres fueron: Rodrigo Erramuspe, Lucas Pittinari, Santiago Izaguirre y Emiliano Papa.

Pero los resultados no acompañaron y el principal foco de las críticas estuvo puesto en el fondo. Sobre todo en los laterales. En las primera fechas Martín Galmarini ocupó la posición de 4, si bien estaba acostumbrado, no se vio su mejor versión. Erramsupe alternÓ entre buenas y malas. Los nombres cambiaban pero los resultados no ayudaban.

Con la llegada de Pedro Troglio, se pudo encontrar regularidad, y los cuatro del fondo se fueron afianzando: Leandro Marín, Erik Godoy, Juan Carlos Blengio y Emiliano Papa. Donde sí se pudo ver la mejor versión de  la misma (aunque estos cuatro nombres sólo jugaron juntos en el empate en tres ante Racing). Si bien los errores no se mejoraron del todo, al obtener mejores resultados la tolerancia era mayor.

Pero cuando se pensó que los problemas empezaban a tener solución, el Chimi, pilar de la defensa y del equipo, se rompió los ligamentos y fue una baja muy sensible. Su lugar fue ocupado por Rodrigo Erramuspe, quien supo suplir la ausencia de Blengio.

En los últimos ocho partidos, Javi García sólo fue vencido dos veces.

Varios nombres pasaron  como el de Alejandro Rébola (de muy bajo rendimiento). Con posiciones improvisadas, Erik Godoy de 3 (supo arreglárselas), Lucas Pittinari (mediocampista devenido en central). Con tantos cambios, la defensa lo sufrió, y recién cuando entró el “ideal” y los jugadores se sentía  dueño del puesto fue cuando el nivel comenzó a levantar y los buenos resultados acentuando el buen momento de los defensores.

Sin dudas, la clave estuvo puesta en la idea clara que tuvo Pedro Troglio desde su llegada y levantar la confianza no solo de una defensa golpeada, sino también de todo el plantel.