Juan Manuel Insaurralde llegó al Xeneize a fines de enero para lo que fue la última parte de la pretemporada, de cara a un 2016 plagado de ilusiones para el conjunto azul y oro, además de que el oriundo Chaco cumplía su sueño de volver a vestir una camiseta con la que triunfó y un club que siempre tuvo las puertas abiertas para su regreso.

En un principio, cuando el Vasco Arruabarrena era el director técnico, Insaurralde tuvo que esperar porque la zaga central titular estaba conformada por Daniel Díaz y Fernando Tobio. De a poco fue ganándose un lugar, empezó a sumar minutos y demostrando que se complementaba muy bien con el Cata Díaz.

Todo fue distinto cuando asumieron Guillermo y Gustavo Barros Schelotto, porque todo el plantel arrancó de cero en la consideración de la dupla técnica. Ese cambio de entrenador lo favoreció al Chaco (Insaurralde), que comenzó siendo el titular en el puesto de segundo marcador central, teniendo a su lado al Cata.

En lo que fue el semestre, Insaurralde jugó 21 partidos, 12 por el Torneo de Primera División y 9 por la Copa Libertadores, siendo el defensor que más minutos sumó en la era de los mellizos Barros Schelotto. En los partidos del campeonato local que estuvo el defensor central, Boca consiguió 5 victorias, 3 empates y 4 derrotas. En dichos encuentros, el conjunto de la Ribera recibió 9 goles y el Chaco no logró convertir ninguno.

Más allá de lo que son las estadísticas, el zaguero chaqueño mostró un buen rendimiento a pesar de algún error que tuvo. Ese rendimiento alto y regular que logró, puede estar reflejado en la confianza que le dieron los mellizos desde su llegada y también se nota en la poca convicción de los dirigentes a la hora de comprarle el pase a Fernando Tobio, quien también mostró un buen rendimiento, pero que actualmente es una alternativa en defensa.