Mientras la Selección Argentina representa al país en Estados Unidos, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) se cae a pedazos. Los egos se interponen en el camino de la tranquilidad en el edificio de la calle viamonte.

Marcelo Tinelli se bajo de la candidatura como presidente de la institución y su renuncia generó que Matías Lammens, presidente de San Lorenzo, y Rodolfo Donofrio, primer mandatario en River, se fueran junto con el conductor de Showmatch.

Ahora le toca al presidente de Boca, Daniel Angelici, abandonar su cargo de secretario general de AFA. Dicha posición era ocupada por él desde el 30 de diciembre del año pasado. Las diferencias que tiene con el actual presidente, Luis Segura, parecen irreconciliables y son la razón por la cual decidió dar un paso al costado. 

Lo más extraño, es que tiempo atrás, el mismo Segura comparó a Angelici con el mejor jugador del mundo: “Puede ser el Messi del fútbol argentino, se tiene que poner la camiseta y jugar”. 

Con la renuncia de Angelici solo queda que Víctor Blanco, presidente de Racing y secretario de Selecciones Nacionales en AFA, actualmente en los Estados Unidos como jefe de la delegación Argentina en la Copa América Centenario, renuncie a ese cargo. La renuncia de Blanco aún no se ha oficializado, pero su apoyo a Tinelli desde el principio, es el motivo por el cual se asume que se irá.

Una vez que cuatro de los presidentes de los clubes más grandes del fútbol argentino, se hayan desligado de la AFA, se pondrán a trabajar, ellos mismos en el armado de la Superliga.

El fútbol argentino necesita un cambio de aire. Las máximas autoridades del ente no han podido trabajar en conjunto para que reine la paz y se pueda disfrutar del espectáculo que es ir a la cancha.

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