Tras haber perdido 3-1 ante México, la selección charrúa debía conseguir una victoria contra Venezuela, de lo contrario, quedaría afuera de la Copa América Centenario.

Sin embargo, a los 36 minutos del primer tiempo la situación se iba a complicar gracias al tanto convertido por Salomón Rondón que ponía al frente del tanteador a la Vinotinto.

Ya en el complemento del partido y con los minutos pasando Luis Suárez empezó a realizar los movimientos precompetitivos al costado del campo de juego con la intención de poder entrar y darle una mano a sus compañeros.

Cabe recordar que el centrodelantero compañero de Messi y Neymar en el Barsa había sufrido una lesión en la final de la Copa del Rey ante el Sevilla y todavía no estaba totalmente recuperado.

No obstante, el cuerpo técnico encabezado por Oscar Tabárez, decidió realizar otra variante y no hacerlo entrar, lo que causó la ira del goleador. Por tal motivo, Suárez no aguantó la bronca y reaccionó de mala manera golpeando el banco de suplentes.

Luego de que finalizara el partido, el entrenador de la celeste fue consultado en conferencia de prensa sobre este asunto manifestando al respecto que el ex Liverpool no estaba en condiciones para jugar: “No pasa ninguna situación. Es lo que dije ayer. No había garantías pero es un asunto del médico”.

Seguidamente destacó que "por más que el jugador se enoje, no iba a poner a alguien que no se encontrara al 100 % de sus condiciones".

Es de señalar que Suárez figuraba en la planilla como lesionado , por lo que no se encontraba habilitado para ingresar, aunque estaba vestido de jugador y hasta realizó el calentamiento como si estuviera disponible.