Y un día, volvió el señor fútbol. Volvió quien, hoy en día, hace la diferencia y mueve multitudes sin importar en qué parte del mundo se encuentre. Y sí, hoy regresó Lionel Messi. Pero no el Messi del que muchos dudan su nacionalidad y que se gana las críticas de aquellos que sin pelos en la lengua lo tildan de "pecho frío". No... Hoy volvió el señor fútbol. Volvió el Lio que sabe cambiar el rumbo de un partido. El crack del Barça, con un partido brillante, le marcó, otra vez, el camino a la Selección Argentina.

El partido, sencillo en los papeles, se complicó a causa de la floja tarea de la terna arbitral. Panamá no paró de pegar a lo largo del partido y, a causa de eso y una buena presión, supo llegarle algunas veces a Argentina. Sin embargo, fue el conjunto de Gerardo Martino el que supo ponerse en ventaja primero. Un centro perfecto de Ángel Di María encontró la cabeza de Nicolás Otamendi cuando transcurrían, apenas, seis minutos de partido. 

Con la apertura del marcador todo hacia creer que Argentina encontraría más espacios. Pero fue todo lo contrario. Panamá se cerró bien y buscó aprovechar los errores del fondo albiceleste, que por momentos arriesgaba de más. Los de Martino estaban incómodos por el apriete del rival y la gente clamaba por un tal Lionel Messi, que con sus gestos demostraba su ansiedad por ingresar al campo de juego.

La expulsión de Aníbal Godoy, por un golpe sobre el rostro de Nicolás Gaitán, también aparentaba darle aire al conjunto albiceleste. Sin embargo, los panameños siguieron presionando y Argentina retrocedió en el campo de juego, jugando peligrosamente cerca del arco de Sergio Romero, que tuvo algunas buenas intervenciones, sobre todo en el tiro de libre de Miguel Camargo, aunque también dejó algunas dudas a la hora de salir a cortar los centros.

Otamendi abrió el marcador, tras un buen centro de Di María. Foto: Olé.
Otamendi abrió el marcador, tras un buen centro de Di María. Foto: Olé.

El entretiempo llegó y la gente prosiguió reclamando por el diez argentino. Exclamando Messi, Messi, la gente le ponía presión al Tata Martino, solo para ver jugar un rato al capitán.

En el complemento, Argentina tampoco encontraba su mejor versión. Aunque Ever Banega estaba un poco más movedizo que en la primera parte, la Selección no era profunda y las veces que llegó al arco rival no supo aprovecharlas. En ese momento, el Tata se dio vuelta y mandó a llamar a alguien... El estadio se cayó y el partido en sí perdió relevancia. Las cámaras, los hinchas y hasta los rivales estaban atentos a Leo Messi.

Con la cinta en el brazo, el crack del Barça empezó a toquetear y hacer jugar a su equipo. Ya no era ver Argentina - Panamá, era ver a Messi - Panamá. A los 68 minutos, a solo seis de haber ingresado, recuperó una pelota adentro del área, se acomodó y, con un zurdazo a colocar, venció a Jaime Penedo. Con el 2-0 en el marcador, Argentina comenzó a acelerar, aunque también supo cometer algunos errores que pudieron haberle costado caro. Javier Mascherano quedó solo ante dos jugadores rivales en un contragolpe y cortó, con jerarquía, lo que pudo haber sido una situación muy complicada.

Minutos más tarde, Messi recibió la falta de Henríquez en la puerta del área y el árbitro no dudó en cobrar el tiro libre y en amonestar al defensor. El capitán del seleccionado argentino se hizo cargo del tiro y, con un zurdazo perfecto, colgó la pelota del ángulo para el delirio de toda la gente. La Pulga ya había transformado el partido, pero no se quedaría ahí. Marcos Rojo recuperó el balón en 3/4 de cancha y habilitó al diez, que enganchó, se acomodó y, con otro zurdazo, volvió a vencer a Penedo. Hat-trick del jugador del Barcelona, que demostró que estaba en perfectas condiciones para poder jugar.

Sin embargo, habría una última pincelada de la magia y el fútbol de Leo Messi. Pelotazo milimétrico para Rojo que, de cabeza, se la bajó a Sergio Agüero, quien cerró la cuenta en el Soldier Field de Chicago. Ya no habría tiempo ni nada más por hacer. El crack del Barça se colgó el equipo al hombro, lo transformó por completo y Argentina cerró con goleada un partido que, en la primera parte, se le pudo haber complicado.

Panamá deberá enfrentar a Chile para definir al segundo clasificado del Grupo D. Los dirigidos por Hernán Gómez, hicieron un gran partido y por momentos lograron incomodar al vigente subcampeón de América y el mundo. Sin embargo, cuando la pelota llega al diez poco se puede hacer.

El sueño albiceleste sigue vivo y se alimenta bajo la suela del delantero de 1,70 metros. La Pulga, como lo apodan al capitán del seleccionado, es quien lleva en sus hombros los sueños de todos los argentinos. El sueño de verlo levantar una copa con la celeste y blanca, como hace 30 años lo hizo Diego Maradona.