El mejor partido de la era Martino. Por contexto, ejecución a la perfección de su idea de juego y una efectividad notable. La Albiceleste, que sin brillar superó la fase de grupos en la Copa América de Chile 2015, en los cuartos de final merecía golear a Colombia, pero no pudo y recién en los penales pudo sortear a los cafeteros. En la semifinal se desquitó ante Paraguay, la Albirroja de por entonces Ramón Díaz, que le había amargado el debut en ése certamen (tras ir perdiendo 2-0, los Guaraníes igualaron 2-2 en el final).

Aquella semifinal, disputada en Concepción, fue brillante. Gerardo Martino disfrutó del esectáculo desde el inicio, cuando Marcos Rojo, a los 14 minutos, aprovechó el centro de Lionel Messi desde la izquierda para parar la pelota y con un potente zurdazo, marcar el primer tanto. A los 27 minutos, en una contra que encabezó la Pulga, descargó para Javier Pastrore, que con un derechazo raso y al segundo palo, ponía las cosas 2-0. Nada hacía peligrar el triunfo argentino, pero los 42 minuos, Nicolás Otamendi rechazó para el medio, la tomó de cabeza Nelson Haedo Valdéz y se la cedió a Lucas Barrios (verdugo en la fase de grupos), que entrando solo desde el medio, fusiló a Sergio Romero y puso las cosas 2-1. Parecía que podía remontar la Albirroja, pero no fue así.

En el compelmento, al minuto, una gran jugada colectiva, a pura pared, culminó en Pastore, que se la cedió a Ángel Di María, que de zurda y cruzado estableció el 3-1. Seis minutos después, llegó la gran jugada de la noche, en la cual Messi tomó la pelota y eludió a cuatro rivales, chocándose entre ellos, y la cedió para que defina Pastore, pero atajó Villar y en el rebote, volvió a marcar Fideo Di María. Todo liquidado. Para culminar, a los 34 minutos, centro de Di María a la cabeza de Sergio Agüero para el quinto y a los 37´del segundo tiempo, Messi, desde el piso, asistió a Gonzalo Higuaín que, de zurda, puso el 6-1 final. Un baile.

Messi no marcó ningún gol, pero fue la figura excuyente. Participó en los seis tantos, con tres asistencias (a Rojo, Pastore e Higuaín) y la ovación de todo el estadio. Luego, Chile arruinó el sueño del título, pero se llegó aquella vez al partido definitorio dando una cátedra de fútbol. Ahora, se viene Estados Unidos, en su casa. ¿Se repetirá lo que aquella semifinal de hace 12 meses?

Aregntina 6 - Paraguay 1