El amor de Diego Milito y la gente de Racing sumó un nuevo capítulo. Y quizás uno de los más rutilantes de la historia de nuestro fútbol: la calle Diego A. Milito, que chocaría en las intersecciones con Colón y Bochini. La mañana fría del sábado recibía todos los preparativos, que comprendía desde los vallados hasta montar un escenario en donde se recibiría y conmemoraría el anuncio de la nueva calle.

La historia del cambio de nombre, comenzó el 30 de marzo de este año. Enterados de que Milito dejaría la actividad profesional a mitad de año, pusieron manos a la obra para rendirle un homenaje. La agrupación Por y Para Racing, presentó el proyecto del cambio de nombre a las autoridades del club y luego a la Municipalidad de Avellaneda. Se logró juntar alrededor de 10.000 firmas de hinchas para que la propuesta tomara forma y peso.

Mediante la promoción del proyecto, en radios y medios televisivos, se masificó el pedido, que se hizo extensivo en referentes del deporte que manifestaron su apoyo. 

A principios de mayo, lo que parecía encaminarse y convertise en realidad, se topó con la negativa del intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, quién vetó la ordenanza la cual dejaba al Príncipe sin reconocimiento. Luego de convocar reuniones pertinentes al asunto con autoridades del municipio, se llegó a un acuerdo que derivaba en la votación del nombre de la calle, entre Diego Milito y Roberto Perfumo. 

El 21 de mayo, fecha del retiro de Milito, se convocó al público de Racing a votar sobre el nombre. Milito o Perfumo. El ex Inter y dos veces campeón con el club logró 7.440 votos, lo que determinó que la calle Italia- entre Colón y Bochini- se pase a llamar Diego A. Milito. El 9 de junio, el Concejo Deliberante dió el visto bueno y aprobó por unanimidad el proyecto.

Hoy por la tarde, el máximo ídolo del club, tuvó su reconocimiento ante 5000 almas racinguistas que se acercaron a ovacionarlo y reconocerle todo su amor por el club que lo vio nacer, por el cual volvió en 2014 del Inter de Italia y en tan solo 6 meses logró el Campeonato que depositó a La Academia en la cima del fútbol local.

El delantero de 37 años manifestó su cariño hacia sus seguidores: "Es un día muy especial, quedará grabado para el resto de mi vida. Jamás imaginé este reconocimiento". Luego se hundió en un abrazo con su mamá Mirtha y su hijo Leandro. También se hicieron presentes Luciano Aued, Sebastián Saja, Nicolás Sanchez y Marcos Acuña. El Príncipe se retiró con lagrimas en los ojos, destapó el nombre de su calle y la gente aclamó a su ídolo con la leyenda: "Milito hay uno sólo".