Independiente y Defensa y Justicia son equipos con estilos similares. Los de Ariel Holan llevan un mayor tiempo de práctica, a pesar de que en el mercado de pases sufrieron muchas salidas. Se preveía un choque electrizante, de arco a arco sin detenerse demasiado en mitad de cancha. Y así fue la mayoría del tiempo: una pulseada que por momentos ganaba uno y de a ratos, otro. La sorpresa en el once inicial de Gabriel Milito fue  la inclusión de Juan Sánchez Miño como mediapunta por izquierda y Martín Benítez más mediapunta que interior. El "sacrificado" fue Leandro Fernández, y Emiliano Rigoni pasó a jugar por la banda derecha.

Durante el primer cuarto de hora, Independiente comenzó a hacerse dueño del partido a traves de una efectiva presión alta. "El Halcón" tuvo muchos inconvenientes para sacar la pelota desde el fondo. No obstante, al Rojo le faltó precisión para terminar los ataques, tanto que su centrodelantero, Germán Denis, casi no tuvo oportunidades de convertir. En el ritmo alto del juego, los errores se cometieron con bastante frecuencia. Primero un tropezón de Diego Rodríguez y luego un mal pase de Sanchez Miño, dejaron a Agustín Bouzat mano a mano ante la defensa, pero sus remates no llevaron peligro para Martin Campaña, que si debió intervenir -y lo hizo bien- en otras oportunidades. Por su parte, Independiente complicó con la velocidad de Rigoni por derecha. En la nueva idea de Milito, se ataca con mucha gente, y el cordobés es el que más amplitud le da al equipo, haciendo gala de su buen uso de ambas piernas. Por la otra banda, Sanchez Miño se cerraba para dar lugar a una versión más ofensiva de Nicolás Tagliafico. Nicolás Figal, fiel a su costumbre, también tomó la lanza en muchas oportunidades en las que tuvo terreno para avanzar.

Independiente demostró en el primer tiempo mejor circulación de pelota, pero Defensa fue más eficaz en sus transiciones.

Para el segundo tiempo, el capitán Hernán Pellerano le dejó su lugar a Julián Vitale, originalmente mediocampista central. El equipo de Gabriel Milito salió dormido, impreciso y sin la idea del primer tiempo. Cuando parecía recuperarse, un lateral apurado derivó en una buena presión de Defensa y Justicia, que rápidamente logró poner a Fabián Bordagaray de frente al arco. El goleador asistió a Andrés Ríos, que definió fuerte y al primer palo para superar a Campaña. Una jugada rápida en la que los jugadores de Independiente fueron llegando un segundo tarde. Rapidamente, el "Mariscal" mandó a llamar al juvenil en el que tanto confía: Ezequiel Barco. La salida de Diego Rodríguez reubicó a Jesús Méndez como único volante central. El partido del ex Central fue similar al de Martín Benítez: más importante a la hora de correr, meter y recuperar que de desnivelar con la pelota en los pies. Para peor, el gol de Defensa fue un impacto que duró varios minutos, y Méndez fue víctima de aquel desconcierto: se vio superado fácilmente por los atacantes de Defensa, que pudo haber ampliado la diferencia en el marcador.

La expulsión de Andrés Ríos metió de nuevo a Independiente en partido. No hubo claridad, pero sí ganas, empuje y en eso fue clave  el desparpajo del juvenil Barco, que promete muchísimo: tiene un arranque impresionante, la pide siempre y se saca rivales de encima con mucha facilidad. No obstante, muchas veces el pibe pecó de hacer una de más. Claro que tiene mucho que aprender. En ese contexto, Benítez no fue  el socio que debía ser, y Méndez sí comenzó a crecer. Milito acumuló aún más delanteros: Diego Vera ingresó en reemplazo de Damián Martínez, que no pudo mostrar sus características ofensivas. La idea era llevarse puesto al rival, visto que la claridad se había perdido. Todo Independiente se puso en campo rival, a excepción de Vitale y Tagliafico. Figal trepaba por derecha y Sanchez Miño, quizás con una velocidad menos que sus compañeros, fue utilizado de comodín para hacer la banda izquierda. Defensa quedó arrinconado durante los últimos minutos, pero su arquero Ramiro Arias sólo debió intervenir en un mano a mano ante Vera. La precisión en los metros finales quedó pendiente.

Más allá de lo bueno del primer tiempo, se trata de una derrota muy dolorosa. La Copa Argentina era una vía para ingresar a la Libertadores 2017, y por supuesto, era la oportunidad de comenzar el semestre con el pie derecho. En la pulseada ante Defensa, Independiente superó durante ratos y fue superado en otros tramos, pero los de Varela golpearon primeros. Gabriel Milito deberá seguir trabajando en reforzar conceptos, buscar variantes y lograr que su equipo pueda mantener la concentración para jugar en campo rival la mayor cantidad de tiempo posible, y por supuesto, resuelva mejor sus ocasiones.