Había expectativa por ver un gran duelo, y en parte cumplieron. Huracán y Belgrano regalaron un interesante partido en el Bicentenario de San Juan.

Los de Teté Gonzalez demostraron que con el cambio de entrenador, también hubo una importante modificación en la forma de jugar. Desde las velocidad de Alanís y Suarez, lastimó. Sobre todo a espaldas de Araujo y aprovechando las desinteligencias de la zaga central quemera.

Primera etapa


De entrada el Celeste intentó adueñarse de la pelota pero Huracán se mostró sólido y, de a ratos, logró hacerse del protagonismo. Sin embargo, los de Domínguez tienen un grave déficit: juegan para Ábila, pero Wanchope ya no está. Por eso, carecieron de peso en el área y de profundidad.

La primera emoción llegó tras un tiro libre. El tiro de Álvarez Suarez rebotó en la barrera, pero cayó de nuevo en los pies del enganche de la B, quien volvió a rematar. Marcos Díaz dio un rebote hacia el medio (¿pudo hacer algo más?) y Aveldaño, en clara posición adelantada, la empujó a la red.

Todo se hacía cuesta arriba para un Huracán falto de ideas ofensivas, pero rápidamente llegó el empate. Un centro de Romero Gamarra rebotó en la mano de Álvarez y Espinoza cobró. Cabe destacar que previo al gol de Belgrano,el juez no sancionó otro claro penal, también por mano del lateral izquierdo cordobés. Bogado  fue el encargado y no falló desde los doce pasos.

De ahí en más, el partido se hizo de tres cuartos a tres cuartos: ninguno de los dos se hizo fuerte en el área. Si hubo peligro, fue por algún error de las defensas.

Segundo tiempo

Si es que los entrenadores hablaron con sus dirigidos en el entretiempo, no se notó. Porque la segunda etapa fue bastante más floja que lo hecho en el primer tiempo. Porque en los cuarenta y cinco iniciales, sin ser una locura, ambos equipos tuvieron llegadas. El complemento fue mucho más chato.

Hasta los ochenta, sólo hubo una buena respuesta de Marcos Díaz y otra de Olave. La del cordobés fue aún mejor, luego de una volea de Romero Gamarra que empalmó un excelente centro del ecuatoriano Angulo.

Con su ingreso, el volante proveniente de Independiente del Valle generó variantes en el ataque quemero. Situación que no logró generar Pussetto, otro de los refuerzos, aunque Nacho jugó los últimos diez minutos en su posición natural.

Cuando Huracán mostraba su mejor cara en el partido, Bogado vio la roja por doble amarilla. Y el Globo sintió la ausencia de su motor.
Se esperaba mucho más de Belgrano, por nombres y estilo. Sin embargo, los dirigidos por Esteban Gonzalez mostraron poco: algunos destellos de Suarez y las corridas de Luján. Ni sobre el final, con un jugador más, pudo lastimar.

Penales

Para los que saben, los penales no son una lotería. Se estudian, intuición, buenos ejecutantes. En fin, no es ciencia. Olave, al igual que ante Talleres, se volvió a poner el traje de héroe y le dio el pase a su querido Belgrano.

Les quedará el trago amargo a los quemeros. Sobre todo porque nuevamente, Marcos Díaz no pudo atajar ningún penal. Desde la gloriosa noche en tierras sanjuaninas ante Rosario Central, Huracán no volvió a ganar una tanda de penales.