Lanús es el último campeón del fútbol argentino, y si bien la alegría no cesa, ahora llegan las responsabilidades en un nuevo torneo. El equipo dirigido por Jorge Almirón deberá demostrar que el buen juego mostrado a lo largo del torneo no fue una casualidad. Su principal objetivo es buscar por primera vez en la historia el bicampeonato de Primera División. Sin embargo, Almirón tiene otra tarea no menos importante, mantener la identidad de juego. Esa identidad tan característica en el plantel, con la circulación de la pelota como eje principal, esa identidad que enamoró a los hinchas granates y fascinó a los amantes del buen fútbol.

Tras varias idas y vueltas en la Asociación de Fútbol Argentino, principalmente por diferencias burocráticas con el Ascenso, el torneo se hizo esperar pero finalmente comenzará este fin de semana. Lanús enfrentará a Boca Juniors en La Fortaleza por la primera fecha, pero no así el primer partido del semestre. Es que el Grana viene de derrotar a Racing por la Copa Bicentenario y llegando así, a si quinto título oficial. Habiendo empezado con el pie derecho, con Jorge Almirón al mando Lanús comienza un nuevo sueño con la misma base del plantel campeón.

“Equipo que gana no se toca”. Es una frase muy popular en el mundo futbolero, entonces se supondría que “plantel campeón, tampoco se toca”. Almirón es fiel a esta idea, el equipo se presentará sin grandes cambios, pero si hay un retoque del plantel. Algunos jugadores que se fueron como Gustavo Gómez y Pablo Mouche, y nuevos jugadores que llegan para sumar como el autor del gol frente a la Academia, Brian Montenegro. Estos son solo algunos de los nombres que sonaron en el mercado de pases granate.

Siendo así, el equipo mantendrá su clásico esquema: 4-3-3. También mantiene su idea de juego, de circulación de la pelota en el mediocampo, aunque de rápida pero precisa transición entre la defensa y el ataque. Con llegadas al área apoyándose en la velocidad de sus jugadores, con gran aporte de los laterales. Ese es el Lanús campeón, el que arrasó con San Lorenzo en el Monumental. Los simpatizantes se ilusionan con volver a ver ese equipo en el césped de La Fortaleza.

Sin embargo, el campeonato local no es el único objetivo de Lanús. Los hinchas pierden el sueño por conseguir nuevamente un torneo internacional. Estando clasificado para la Libertadores 2017, el Grana tendrá un primer desafío: La Copa Sudamericana. Copa de la cual se consagró campeón en 2013. El último reto, pero no menos importante, es la Copa Argentina. Tras derrotar a Patronato, deberá enfrentar a Boca Juniors en octavos de final. Esa será la triple competencia que deberá afrontar Lanús. El Grana llega muy esperanzado al comienzo del nuevo semestre, donde triplica la apuesta para demostrar que los malos momentos quedaron atras, para gritar que de "equipo chico" no le queda nada.

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