Volvió la magia a la Selección Argentina; volvió Lionel Messi. O quizás no se fue nunca. En el partido de la Selección ante su par de Uruguay por la fecha 7 de las Eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018, el capitán de la Albiceleste tuvo una de sus grandes actuaciones y maravilló a todos los presentes en el Malvinas Argentinas, provincia de Mendoza.

En el primer tiempo, se mostró movedizo y rotando posiciones con Paulo Dybala. Comenzó jugando por el carril izquierdo y terminó la primera mitad situado por el medio, donde generó mayor peligro. Argentina fue amplio dominador del encuentro en los primeros 45 minutos, y mucho tuvo que ver Messi, que arrastraba marcas y se despegaba en una baldosa. Así, llegó también la apertura del marcador.

Había tenido ya una clara situación que se fue desviada por el fondo, y la ejecución de un tiro libre en la medialuna del área que pegó en la barrera y se fue también por la última línea. Sin embargo, tuvo revancha sobre el final y, cuando iban 42 minutos, frotó la lámpara, se llevó la pelota de taco, encaró por el medio, giró, pasó entre cuatro y sacó un gran remate que fue a parar al fondo de la red para poner el 1-0 y desatar la euforia de todos los hinchas presentes.

Comenzó el complemento y un caño por la izquierda a Gastón Silva y una posterior falta recibida derivaron en una nueva ovación para el '10'. De esa falta, ejecutó un gran tiro libre que casi se le colgó del ángulo del segundo palo a Muslera, que lo descolgó con las puntas de los dedos. Más aplausos para él. 

El segundo tiempo de la Argentina fue todo de Messi. Ante la inferioridad numérica por la expulsión de Dybala sobre el final del segundo tiempo, Messi quedó como único punta y con muy buenas acciones individuales buscaba liquidar el asunto. 

Ya en el ocaso del partido, la Pulga se mostró en soledad extrema ante la línea del fondo rival y el cansancio le restó intensidad al recorrido en el frente de ataque. Sin embargo, el rival no hizo mucho más y el tiempo finalizó. Triunfo de Argentina, gol de Messi, muy buen partido del capitán y delirio de la gente.

No te vayas nunca, Lio...