Luego de dos victorias consecutivas en el Campeonato, River bajó el ritmo y casi con el mismo equipo que venía rindiendo en gran nivel, se eclipsó ante el buen planteo del San Martín de San Juan de Pablo Lavallén y terminó 1-1 en el Monumental. Un empate que no fue muy productivo, ya que el nivel colectivo de los dirigidos de Marcelo Gallardo dejó mucho que desear. Así y todo, hubo jugadores para destacar, y ellos son:

Lucas Alario, la garantía

El Pipa, que no venía teniendo protagonismo en el partido e incluso fue retado por Gallardo para que colabore más en el juego, tuvo su chance y la mandó a la red rival a los 29 minutos: jugada por la derecha, recepción y centro "con un guante" de Nacho Fernández, a la cabeza de Alario, que le ganó a su marcador y le cambió la trayectoria al esférico, dejando a Luis Ardente sin nada que hacer. Golazo para abrir la cuenta y llegar a su 21° tanto en River, en 43 partidos. Y en lo que va del semestre, ya lleva cuatro gritos. Letal el delantero que tuvo una chance en la Selección Argentina.

Luis Olivera, grata aparición

El juvenil de 17 años, con un puñado de minutos en la máxima categoría y varios partidos en la pretemporada, le tocaba ser titular en lugar del lesionado Milton Casco. Y no desentonó: mucho atrevimiento para encarar y subir por la banda izquierda, aunque a veces acelerado. De las caraterísticas que pretende el Muñeco, un lateral con subida, aunque deje su costado descubierto cuando el rival ataca por ése sector. En el final, precisión quirúrgica para meterle un pase genial a Iván Alonso, dejándolo mano a mano con Ardente para ganar el encuentro, pero el uruguayo la picó y la pelota estrelló el travesaño. Para tenerlo en cuenta.

Augusto Batalla, cada día más firme

Con 20 años y mucho que aprender, no era fácil para este arquero tomar el mando que dejó Marcelo Barovero. Si bien se le reprochaba algunas salidas en falso y pelotas que tenía controladas que se le terminaron escapando, ayer estuvo sólido y respondió cuando lo exigieron. Primero, con el partido 0-0, una desconcentración de la defensa que le permitió a Dening, con poco ángulo pero bien perfilado, sacar un remate que Augusto desvió notablemente. Luego, con el juego 1-1, impidió lo que era el segundo gol sanjuanino, con un remate de Casierra en la puerta de área, a quemarropa. En el gol de Villarruel, poco para hacer. Respondió y se va afianzando fecha a fecha.

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