El Millonario jugó un buen primer tiempo sin demasiadas diferencias en lo que juego respecta, aunque contó con más oportunidades de ponerse en ventaja. Ambos equipos se fueron al entretiempo con los marcadores en cero. River, por la solidez defensiva de Jonatan Maidana y Arturo Mina y la gran actuación en el mediocampo de Leonardo Ponzio, quien contrarresto cualquier intento de contragolpe de los de Sarandí. Por su parte, los dirigidos por Rondina mantuvieron su arco en cero por la gran actuación de su guardameta, Fernando Pellegrino, quien le negó el gol a la banda en diversas oportunidades.

En el segundo tiempo River encontró la ventaja rápido. A los siete minutos, cuando no, Lucas Alario, puso el gol que definiría el resultado, paradójicamente, tomando un rebote que dio por error la figura del primer tiempo, Pellegrino. Desde este momento el partido fue todo de River. Arsenal, obligado por el resultado, comenzó a adelantarse y a dejar espacios. El Millo, también por el resultado, comenzó a generar más juego elaborado y tuvo muchísimas situaciones de gol que no pudo concretar, incluyendo un contrataque que terminó con un remate de Ignacio Fernández en el palo y una gran jugada preparada de córner que Alario estampó, de un cabezazo, en el travesaño.

River ganó y pasó de etapa,  los cuartos de final de la Copa Argentina, donde jugará ante Unión de Santa Fe. Aunque con este resultado, el Millonario y su técnico, Marcelo Gallardo, se llevan a casa varias preocupaciones. Los partidos deben definirse y es una cuenta pendiente de River. Lo demostró contra Talleres ganando por la mínima, contra San Martín de San Juan, quien le empató el partido y ahora contra Arsenal, quien, a pesar de haber sido inferior, supo tener en vilo a River hasta el pitido final, no en juego, pero sí en el resultado.