Este miércoles, a las 19:00 en Colombia y 21:00 en Argentina, el Coliseo el Pueblo fue testigo de la historia. Argentina consiguió una historica clasificación y se convirtió en un hito del Mundial de Futsal. La albiceleste de Diego Giustozzi se impuso por 5 a 2 a Portugal y espera por Rusia.
Argentina hizo un juego excelente, probablemente el mejor partido en toda su historia. De antemano, la situación se veía difícil, pese a golear a Egipto en cuartos, enfrente se presentaba un duro rival. Portugal, con la presencia de Ricardinho, el mejor jugador del mundo. Diego Giustozzi sabía esto, y propuso una idea muy inteligente para contrarestarlo. No hizo lo esperado, no planteó una marca personal, mucho menos encerrar a Ricardinho, porque claro, eso abría las puertas a los demás jugadores portugueses. La idea fue escoltar al astro portugués, con una marca en zona, cerrando todos los espacios formando una muralla impenetrable. Esto obligó a al seleccionado europeo a intentar tiros desde lejos, con André y Ricardinho como máximos exponentes.
Argentina abrió la cuenta con un golazo de Cristian Borruto, pinchandola por encima del arquero Bebe, y empujandola con la cabeza abajo de los tres palos. Rápidamente llegó el empate de los de rojo, tras una gran combinación entre Cardinal y Bruno Coehlo, Ré solo la empujó dejando sin chances a Nicolas Sarmiento. Con el empate parcial, Portugal fue superior y tuvo mayor dominio del juego. A los 10 minutos, tuvo un córner a favor pero Damián Stazzone la robó, descargó para Fernando Wilhelm quien hizo la pausa y se la devolvió al Pelado, que marcó el segundo. Desde ese momento, el partido tomó un cambio rotundo. La celeste y blanca empezó a relucir de buen juego, no fue vistoso ni lo lírico que el futsal acostumbra, pero fue sumamente correcto. El tercero no tardó en llegar, Leandro Cuzzolino remató de media distancia y apareció el pecho de Alamiro Vaporaki para sentenciar el tercero. Alan Brandi marcó el cuarto tras la gran presión ejercida por Santiago Basile frente a Miguel Castro. Todo ocurrió en los primeros 20 minutos de juego, con los argentinos yéndose al vestuario con la primera mueca de sonrisa en sus caras.
En el complemento, Portugal salió decidido a empatarlo, y practicamente no dejó jugar a su rival. El dominio de los europeos fue casi total e intentaron acariciar la red en 64 oportunidades. Esto no ocurrió gracias a la majestuosa labor de Nicolas Sarmiento, el más joven del equipo hoy se disfrazó del más grande. Muy lúcido en todo momento, parecia imposible que una pelota pasara por los tres palos. Atajó literalmente poniendo el cuerpo frente a sus rivales, y más de una vez tuvo que ser atendido por sufridos golpes. Faltando pocos minutos, Portugal optó por utilizar la posibilidad de arquero-jugador, hecho que terminó beneficiando a Argentina para ocasionar diversos contra-ataques. El quinto gol, incluso, llegó por uno de ellos. Constantino Vaporaki se escapó por derecha y se fue solo frente al arco, pero Tiago Brito le cometió infracción. Del tiro libre llegó el último del equipo de Giustozzi, quién incluso en la victoria se lo notó muy eufórico en sus indicaciones. Leandro Cuzzolino marcó el gol que cerró el partido, aunque Portugal luego consiguió descontar. La última jugada fue para los europeos, y Sarmiento realizó una atajada formidable para ponerle la frutilla al postre. Argentina es fiesta y carnaval, Argentina está en la final.
De cinco en cinco, Argentina llega a la definición muy esperanzado. El sueño que hace unos meses parecia imposible, esta cada vez más cerca. Caracterizado con su corazón aguerrido y un espirítu sin límites, los argentinos enfrentarán a Rusia el sábado a las 16:30 en busca de la Copa del Mundo. La sede será la misma en la que este miércoles, el plantel argentino pasó a la historia del futsal, el Coliseo el Pueblo en la ciudad de Calí.