Tigre y Olimpo, dos equipos con campañas irregulares y que buscan salir de los últimos lugares, se verán las caras mañana desde las 16 hs, en Bahía Blanca, una fortaleza en la cuál el Aurinegro se hace fuerte.

En la zaga central, cada conjunto tiene a un pilar. Del lado del Matador, a Erik Godoy. Del lado del equipo bahiense, al uruguayo Carlos Rodríguez. Altura, firmeza y gol. Los destacamos a continuación:

Erik Godoy

Fruto del semillero tigrense, que siempre jugó en el club y ya superó la marca de los 100 partidos jugados con la camiseta de Tigre (homenajeado con una plaqueta en la previa del partido ante Boca Juniors). Con 23 años y 1,85 m. de alto, en las últimas cuatro temporadas fue fijo en el fondo matador, y con la particularidad de que jugó en todos los puestos de la defensa: de 2, de 6, de lateral por derecha y también por izquierda.

Godoy, un jugador con buena marca, mejor juego aéreo y sobre todo, un gran sacrificio para no dar ninguna pelota por perdida (en varias ocasiones siguió los partidos con todo tipo de vendajes), lleva tres goles en el Matador, todos en el Coliseo de Victoria: a Estudiantes de La Plata, en el Final 2014 (2-1), a Racing, en el Transición 2014 (4-0) y a Newell´s, en el Torneo de Transición 2016 (3-3).

Junto a Mariano Echeverría u Oliver Benítez, el inamovible en la zaga central es Godoy, por eso ya llegó al centenario y va por más. ¿Festejará en Bahía Blanca?

Carlos Rodríguez

Refuerzo del Aurinegro en el último mercado de pases. También mide 185 centímetros, y el uruguayo siempre jugó en el fútbol de su país antes de ir a Olimpo: estuvo en Danubio (2009-11), Miramar Misiones (2011-13), Boston River (2014-15) y Plaza Colonia (2015-16).

Fue una grata sorpresa para el equipo de Cristian Díaz, más que nada por su aporte en la zona ofensiva: es el goleador de Olimpo en el torneo, marcando dos tantos: primero, en la goleada 3-0 a Godoy Cruz, en el Carminatti (única victoria bahiense hasta ahora en el presente certamen); y luego, en la caída por 2-1 ante Quilmes en la fecha anterior.

Con 26 años y su primera experiencia en el fútbol argentino, está en un buen nivel y por arriba siempre complica. Un detalle no menor, que en sólo cinco partidos ya haya convertido por duplicado. Marcarlo será un dolor de cabeza.