La previa del choque fue un calvario para hinchas del Tricolor y del Bicho debido a otro papelón organizativo de la AFA. En apenas 24 horas, el partido cambió varias veces de horario, se confirmó la presencia de visitantes para luego descartarla, se suspendió el encuentro para luego volver a modificar el horario. A pesar de todo, el turno tarde de las 15:30 regaló un clima perfecto. El calor suficiente y la ausencia de nubes invitaba al buen fútbol. Sin embargo, Almagro y Argentinos aburrieron incitando más a la siesta que a la emoción.

El comienzo del juego fue muy trabado, como tantos otros, en el que ambos equipos se estudiaron más de lo que jugaron y arriesgaron realmente poco. Abundaron los pelotazos y las interrupciones, haciendo escasear las llegadas de peligro. Tanto el local como el visitante eligieron el sector izquierdo de su ataque para intentar lastimar. Con Néstor Espínola y Nicolás Reniero por el lado del Tricolor, y Braian Romero y Guillermo Benítez por el del Bicho, aunque nunca lograron concretar.

La primera mitad no tuvo ninguna jugada que inquiete a los arqueros más que un tibio remate de Javier Cabrera que se fue desviado por la defensa local. En el segundo tiempo, el trámite siguió con el mismo tinte, por lo que ambos entrenadores decidieron meter mano en los primeros minutos. Primero Gabriel Heinze sustituyó a Kevin Mac Allister por Facundo Barboza, en un cambio de carácter ofensivo. Luego, Felipe de la Riva hizo ingresar a Nicolás Ledesma y Ariel Cháves por Marcelo Scatolaro y Francisco Grahl.

En el duelo estratégico de modificaciones pareció ganar el Gringo. Barboza le cambió la cara a Argentinos, conectó el medio con el ataque, le agregó profundidad y el desequilibrio que tanto su equipo como el partido necesitaba. A los 11 minutos, desde la izquierda y encarando hacia el centro, Cabrera filtró de tres dedos el balón al área en busca de un compañero. Christian Limousin salió a cortar pero la pelota se le escurrió entre el cuerpo y el suelo y tan sólo logró desviarla, dejándole a Romero el arco vacío aunque en una posición incómoda. El delantero del Bicho improvisó un disparo de media vuelta que Nicolás Arrechea pudo despejar, evitando así la más peligrosa del encuentro.

En los minutos siguientes, Argentinos se paró por completo en el campo rival demostrando sus intenciones de llevarse los tres puntos de José Ingenieros. Con el estilo de juego que adquirió desde la llegada de Heinze, adueñándose de la pelota, pudo arrimarse al arco de Almagro pero sin conseguir claridad.

Braian Romero, de muy buen partido contra Ferro la fecha anterior, tuvo una chance clara luego de una precisa jugada colectiva, antes de salir sustituido por Lucas Cano. Barboza recibió de Joaquín Laso en la mitad de cancha y con la parte externa del botín envió un excelente pase elevado para la subida de Benitez por detrás de la defensa. El lateral, exigido contra la raya y ante la salida del arquero, tocó atrás para Romero, quien incómodo por la marca remató alto.

El final del encuentro se diluyó tal como empezó. Plagado de imprecisiones e interrupciones. Por lo que terminó en un empate que no le sirvió a ninguno, ya que ambos tenían la chance de alcanzar la punta en caso de una victoria debido a la derrota de Villa Dálmine.

El conjunto de La Paternal buscará sacar ventajas en la tabla de posiciones al disputar tres partidos seguidos como local en una semana. El próximo martes recibirá a Douglas Haig por el partido postergado de la cuarta fecha. Cuatro días después, el rival será Central Córdoba por la novena y, por la décima el miércoles 2 de noviembre, jugará contra Atlético Paraná.