El clásico de la ciudad de Rosario se tiñó de rojinegro a falta de poco más de un minuto para el cierre. En un encuentro muy mal jugado, como es costumbre, Maximiliano Rodríguez le dio el triunfo a la Lepra en el Estadio Gigante de Arroyito, que le sirve para seguir en los puestos altos de la tabla y cortar la mala racha ante su eterno rival.

Tal como se presiente en la previa de cada edición, el partido fue decepcionante de principio a fin, con más tensión y nerviosismo que juego y, por ende, escasas emociones. En otras palabras, nuevamente se jugó a no perder.

Sin ejercer demasiada presión en la salida, el equipo de Diego Osella le cedió el balón a su contrincante para que tome la iniciativa. Sin embargo, defendió en el medio de manera desordenada, teniendo la suerte de que Central no tuvo gran lucidez para la creación. Incluso la primera chance llegó de pelota parada, con un remate de Wáshington Camacho que despejó Luciano Pocrnjic. Otro que se vistió de salvador fue Fabricio Formiliano, que cruzó en el corazón del área a Marco Ruben, cuando éste se relamía para anotar el primero.

Por su parte, Newell’s no supo generar y sufrió la ausencia de un delantero de área que le dé la posibilidad de buscar a través de centros o, en su defecto, la alternativa de la segunda pelota. Probó de media distancia con Diego Mateo y con Maxi Rodríguez,  pero los remates se fueron muy desviados. Su arquero volvió a responder a los 37 con una doble atajada, primero a Ruben y segundo, tras el rebote con palo incluido, a Camacho.

Ya en el complemento, las cosas fueron diferentes pero para mal. No pasó absolutamente nada. Las ideas del Canalla no estuvieron claras y los contraataques Leprosos nunca fueron tales. A pesar de esto, daba la sensación de que en cualquier instante aparecería el gol que definiese el asunto. Y ocurrió nada más y nada menos que en el minuto 93. Rodríguez lanzó un córner desde la izquierda y Mauro Formica bajó el esférico de cabeza. El mismo recorrió el área y encontró nuevamente a la Fiera, que acomodó su cuerpo y venció a Sebastián Sosa con un disparo a colocar.

Sólo hubo tiempo para los exhaustivos festejos del banco visitante, ya que Mauro Vigliano indicó el final. Así, el conjunto del Parque de la Independencia se quitó la presión que llevaba sobre sus espaldas por la necesidad de obtener un triunfo en un clásico. Además, los tres puntos le sirve para ser –con 17 puntos- el único escolta de Estudiantes de La Plata, disputadas siete jornadas hasta el momento.

En cuanto al rendimiento, sigue  sin demostrar de visitante lo que hace en el Estadio Marcelo Bielsa, una cuota pendiente de cara al futuro. Lo positivo es que, pese al funcionamiento, los resultados acompañan.