El estadio Alberto J. Armando, mejor conocido como la Bombonera, donde Boca Juniors hace de local está en una discusión controversial. La cuestión es: ¿mudanza o ampliación? Aunque ya hay proyectos para ambas cosas, la dirigencia actual no está muy convencida de ampliar el estadio actual, que implicaría comprar dos manzanas linderas, sino que optaría por mudar el recinto a otro lugar. La opinión sigue dividida dentro de la dirigencia, como cuando se inició el planteo de que la Bombonera al hincha ya le queda chica.

Este tema no solo implica al Mundo Boca, sino que ha tomado una relevancia mucho mayor. Es que la Bombonera, no solo es el patio de la casa de grandes jugadores albicelestes, sino que es, además, un ícono del fútbol argentino. Es ese lugar que muchos turistas piensan en visitar, La Boca, Caminito y la Bombonera... Se puede, sin dudas, mudar un edificio; pero no la historia que éste lleva consigo. No se pueden mudar las sensaciones de los rivales al adentrarse en este cancha, a sabiendas de que esas tribunas dan la sensación de caerse; ni tampoco mudar el recuerdo de las vueltas olímpicas, los goles, los títulos, los llantos o las alegrías. Ninguna emoción cambiaría de lugar, sino que se quedarían donde hoy están: en la Bombonera.

Tal importancia ha tomado el tema del estadio, que Borut Bahor, presidente de Eslovenia, le mandó una carta -difundida por Clarín- a Daniel Angelici, máximo dirigente de la institución xeneize, pidiéndole que "agote todas las posibilidades para remodelar y mantener en pie" lo que ellos consideran un "excepcional logro arquitectónico" y que, de esa manera, "prevalezcan los criterios culturales, artísticos profesionales que posibiliten la ampliación del estadio".

Aquí una palabra importante: cultura. ¿Algún argentino no conoce siquiera por comentarios lo que es o significa la Bombonera? ¿Qué piensa la gente del mítico barrio de La Boca acerca de la idea de mudar un emblema de la ciudad? ¿Cuándo un argentino sale del país, no le han preguntado por un estadio tan mítico como este?  

El mítico templo del conjunto xeneize fue inaugurado el 25 de mayo de 1940, en un clásico amistoso entre Boca y San Lorenzo, que ganó el combinado local por 2-0. El 20 de abril de 1986 tuvo su primer nombre, en honor al presidente que inició las tratativas para semejante recinto: Camilo Cichero. En 1996, el recinto sufrió grandes modificaciones, y cuatro años más tarde cambió su nombre al actual: Alberto José Armando, en honor al presidente de la institución de la Ribera durante las décadas del '50, '60 y '70. Actualmente, la Bombonera cuenta con capacidad para albergar a 49.000 espectadores, siendo el sexto más grande del país. 

El templo del fútbol mundial, como lo bautizó un tal Diego Armando Maradona, hoy se encuentra en una gran encrucijada. Declarado como "interés deportivo, turístico y cultural de la Ciudad de Buenos Aires", hoy corre peligro de perder ese status de ícono cultural. Este recinto, que para algunos pocos no es más que un simple edificio, para muchos otros es algo mucho más grande. El "simple edificio" representa sensaciones, emociones, cosas imposibles de describir. Para los vecinos, es un ícono de su ciudad, de su cultura, de su barrio... Este "simple edificio" los representa, los unifica bajo una misma bandera y, ahora, corre peligro. Toda esa significancia corre peligro, en manos de una mudanza.

Durante la Expo Boca, que se realizó este fin de semana que pasó, varios jugadores se refirieron a la Bombonera. Entre ellos, Mauricio Serna y Fabián Vargas, quienes coincidieron en que las sensaciones vividas aquí, tanto por ellos como por los rivales, son indescriptibles.

"Este estadio es único y por eso no se puede tirar abajo. No sé si le van a agregar tres o cuatro tribunas, pero es impensable cambiar de estadio, porque este estadio es único", afirmó el Chicho Serna, dejando en claro su posición acerca de la cuestión.

Por su parte, Vargas fue un poco más allá y contó una curiosa anécdota que le tocó vivir en la Bombonera: "Cuando a nosotros nos hacían un gol en contra, cuando la situación estaba díficil era cuando ustedes (los hinchas) apoyaban más. Entonces para nosotros era un aliciente, nos llenaba de una alegría. Y empezaban ustedes a saltar y a cantar de una forma que parecía que de verdad el estadio se fuera a caer encima y los brasileños lo único que hicieron fue mirarlo y me decían 'mirábamos solo a donde estaba el túnel, cuando nos tocaba correr a la hora que cayera el estadio' y se les olvidó el partido y le dimos vuelta. Tres goles les hicimos en cinco minutos y ahí se les acabo el partido", recordó el ex volante xeneize y contó lo que los jugadores brasileños le dijeron post partido: "Perdimos ese partido por la hinchada de ustedes".

La Bombonera es el ícono cultural de una parte de la sociedad, la segunda casa de los hinchas, el patio de la casa de Juan Román Riquelme, Diego Maradona, Martín Palermo, entre otros. Es, como dijo el mejor de la historia -que de fútbol sabía bastante-: el templo, donde los mejores profetas de nuestro fútbol hicieron delirar a más de uno con sus gambetas. Entonces, ¿por qué es necesario acabar con un pedazo de historia? ¿Por qué hay que forzar una mudanza que, por ahora, no ha tenido buena aceptación dentro de los hinchas? Es cierto, habrá mayor capacidad, pero la esencia del conjunto xeneize se quedará en ese "simple edificio".

Santiago Fernández Pelayo: "Hay que respetar la historia y cuidar la economía del club"

Decir que la Bombonera es un ícono del fútbol argentino es quedarse corto. En rankings mundiales de los mejores estadios, los más intimidantes, los más simbólicos, siempre pelea arriba. Y hace la diferencia en los resultados, en este torneo sin ir más lejos se nota la abismal diferencia entre el Boca local y el Boca visitante. Además, hacer un nuevo estadio conlleva una inversión económica enorme, que en la situación del país es difícil de justificar. También, si no la quieren tirar abajo, va a haber que mantener dos canchas, y si uno va hoy a la actual puede ver que ya es muy difícil mantener en buen estado una sola. Así y todo, un nuevo estadio trae más socios y por ende más plata para hacer todo esto. ¿Pero es este riesgo cultural e histórico algo necesario en el contexto del país? ¿O es mejor buscar la ampliación con paciencia y esfuerzo? La segunda opción es claramente más racional y respetuosa para la historia y la economía del club. Porque hay cosas que tienen solución, pero de un megaemprendimiento como el que se planea no hay vuelta atrás ni arrepentimientos.

Huaman Sosa (@HuamAndRoll): "Es parte de esto"

La Bombonera es un emblema del club. No es cualquier estadio. Todos los que lo pisaron se rindieron a sus pies, o la criticaron con dudosos motivos (producto de antagonias y broncas), pero siempre se habló de ella. Con su forma única, fue testigo de grandes momentos del club, de hazañas únicas, de los goles de Palermo y la magia de Maradona y Riquelme. Quizás otro estadio acapararia más gente, traería otro tipo de beneficio (económico), pero nunca podría ser como el Alberto J Armando. Ampliar la cancha es difícil, pero con del compromiso de todos se puede. Falta que alguien quiera a la Bombonera de verdad y en serio pretenda ampliarla, manteniendo su mística y características únicas, en lugar de alguien que promete cosas que sabe que no cumplirá, con su deseo inapelable de crear una cancha nueva. Son dos posiciones distintas, una deja al club sin un emblema, la otra lo respeta. Si se respeta a los ídolos, por qué no al mítico estadio, elegido muchas veces como "el mejor del mundo".

Emanuel Luque (@EmaLuque14): "Priorizar la ampliación"

El relevamiento de las dos medias manzanas linderas a la Bombonera deberá realizarse con el mayor esfuerzo y dedicación para encontrar el rumbo hacia la ampliación. La dirigencia deberá replantearse la misma como una prioridad y no como una posibilidad. Esto lograría satisfacer a la mayoría de los hinchas ya que el Estadio Alberto J. Armando representa mucho en sus vidas. Plagado de historias, hazañas y sentimientos, forma parte de la identidad de cada uno que la haya pisado. La construcción de un nuevo escenario les arrebataría parte de sus recuerdos y también afectaría a aquellos que acuden con menor constancia. El fenómeno no es el simple hecho de “ver a Boca”, sino de hacerlo en la mítica cancha en la cual se escribieron tantas páginas doradas contando los éxitos futbolísticos que posicionaron al club entre los mejores del mundo. Eso es lo que la hace diferente, lo que hace que un simpatizante del interior recorra cientos de kilómetros o un extranjero visite el país y se dirija a Brandsen 805 en busca de una de las experiencias más lindas de su vida.

Lucas Cerrotta (@CerrottaLucas): "Que perdure la esencia azul y oro"

Actualmente se encuentra en tratativas la idea de construir un nuevo estadio o de mudar a Boca de sector. Por este motivo, a mi consideración, opto por mantener a Boca en el sitio de siempre, el de toda la vida, donde hasta los más adultos recuerdan los momentos de gloria vividos en la Bombonera. Aquel estadio que lleva en su haber grandes acontecimientos, logros, fracasos, campeonatos, pero sobre todo la esencia azul y oro. Lo que deberá perdurar por los siglos de los siglos.

Juan Alburquerque (@JuaniA10): "Sacarle la Bombonera al hincha es herirlo"

Hablar de la Bombonera es hablar de historia. La majestuosa cancha donde los equipos se achican, donde se dan cuenta que late. Realmente no le veo nada de sentido hacer un nuevo estadio, prefiero mil veces que me agranden la cancha y que siga latiendo porque Bombonera hay una sola. La cancha del Xeneize es algo mítico, una forma de identificarnos en el mundo. La Bombonera es sinónimo de Boca. Y otra cosa más, ya que tocamos este tema: por favor señor Angelici, no le ponga el nombre de una empresa al estadio porque le dan un ingreso más que importante al club. Eso sería tocar el corazón del hincha, si usted es hincha como dice ser, déjeme decirle que el estadio debe llevar el nombre del mejor presidente de todos los tiempos. Si hay algo que debe saberse es que no debe jugarse con los sentimientos del hincha y sacarnos la Bombonera es una manera de herir al hincha, por lo tanto queda más que obvio decir que estoy en contra de un nuevo estadio.

Nicolás Acevedo (@Nico93RHCP):

Personalmente, no creo que sea la mejor idea. La Bombonera representa mucho para el hincha y modificarla o dejarla para otros usos (Museo, partidos de tenis) sería una ofensa a la historia y a la mística que posee. Es imposible pensar en Boca sin la BomboneraEs fundamental no sólo para el club, si no para el folclore del fútbol argentino. Una cancha muy grande no es agradable porque cuanto más lejos, menos se aprecia el partido y escucha a los hinchas. Y los hinchas son una parte esencial, porque juegan su partido aparte cada fin de semana. A nivel mundial, representa uno de los estadios más reconocidos y prestigiosos, en la misma línea de Wembley o el Santiago Bernabéu. ¿Mudarse? No estoy de acuerdo. Sería una ofensa darle la espalda al barrio que cobijó siempre a la institución.  Boca es la Bombonera y la Bombonera es Boca.

Yanina Ramos (@ydramos):

Pensar en la Bombonera, es pensar en historia... Es, inmediatamente pensar en Boca. Sinceramente, parece innecesario la idea de mudar el estadio teniendo algunos buenos proyectos que pretenden manterlo en Brandsen 805. Este recinto no es uno más, ni para el vecino, ni para el hincha, así como tampoco para jugadores y rivales... La Bombonera es única. Ya sea por su forma, por su latir, por su hinchada, este recinto no se compara con otros. Es el sueño de cualquier hincha poder conocerlo. Es el sueño poder pisar algún día el césped donde tiempo atrás Maradona, Riquelme, Palermo y ahora Carlos Tevez dejaron y dejan su sello.

Tener que pedir a un hincha que no mude al Templo, no tiene demasiado sentido. Como hincha ya debería saber lo que significa. Sin embargo, a veces se piensa más como dirigente y, por ende, en números, dejando de lado lo que el hincha piensa o siente. No hay forma de mudar lo que es la Bombonera a otra parte. Su esencia está ahí, en el barrio de La Boca. Es parte de una historia, una cultura... Un ícono de ese lugar. Hablar de la Bombonera es hablar de Boca, de la esencia y la significancia de ésta para el hincha. 

Sin dudas, es de los estadios más reconocidos e importantes del mundo. Quizás, no es comparable al Camp Nou o al Santiago Bernabéu en cuanto a modernidad y público que alberga... Sin embargo, yo les aseguro que si el Barcelona viniera a jugar a la Bombonera de visitante, hasta el propio Lionel Messi se pondría de rodillas y quedaría atónito de ver con sus propios ojos lo que es entrar en este estadio. Particular y hermoso como pocos, late al ritmo de sus hinchas partido a partido y es capaz de inhibir al Mejor Jugador del mundo o al mejor equipo de la historia... Esa es nuestra Bombonera, la que queremos que siga latiendo en su lugar de origen, donde los grandes jugadores escribieron su historia.

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Sobre el autor
Yanina Ramos
Periodista deportivo. Coordinadora de Boca Juniors y San Lorenzo en VAVEL Argentina. Jugadora de handball (SAG Lomas).