Era un partido bisagra. Clave. Determinante por donde se lo mire. La gran chance de remontarse y recuperar la memoria, o caso contrario, que sea el fin definitivo de varios ciclos, empezando por el del entrenador, que estaba en la cuerda floja. San Juan y sus más de 30 grados de agobiante calor le dieron un respiro a la Albiceleste. Fue el escenario de la remontada, una vez más, con Colombia como víctima. Argentina termina 2016 en zona de Repechaje, con 19 puntos.

La previa: hermetismo y frialdad

El plantel argentino llegó a la capital sanjuanina el lunes, y no hubo acceso a la prensa para obervar el entrenamiento, ni Edgardo Bauza realizó la conferencia previa a cada partido. Prácticamente, los jugadores no saludaron al público que fue a esperarlos en el hotel donde hospedaban. A pesar de eso, San Juan les dio la bienvenida, así expresado en medios locales y hablando con la gente en general. Por primera vez, la Argentina jugaba oficialmente en tierra sanjuanina, y siempre que había jugado allí, ganó (cinco amistosos, el último ante Honduras previo a la Copa América Centenario). Así que se trataba de una oportunidad histórica.

Colorido, aliento y pasión

Tras la dura derrota ante Brasil, Lionel Messi había pedido aliento a la gente que vaya a San Juan, y así fue: no cabía ni un alfiler en el estadio Bicentenario, ubicado sobre Ruta 40, en las afueras del casco urbano sanjuanino, en plena zona desértica. Para llegar, hay que caminar 20 cuadras mínimo, bajo un sol radiante; poco le importó a los más de 25.000 espectadores que colmaron el estadio. Gente de todo el país, como un grupo de tucumanos que vinieron de su ciudad natal en auto con la bandera "Lío, sólo vinimos por vos". También los colombianos, que colmaron la tribuna que se les asignó, llegando de a cientos. Ambas parcialidades, a puro folcore, le dieron color y ritmo a la tarde noche sanjuanina, con la luna rojiza de testigo, y terminando el encuentro con un show de fuegos artificiales. Se vivió una verdadera fiesta, como pedía el capitán.

El partido: Messi +10, pero con más ayuda

El gran protagonista de la jornada fue el 10. En plenitud, desbarata cualquier plan para neutralizarlo. Con sus arranques de derecha a izquierda, volvió loco a Eder Balanta y abrió el marcador tempranamente, con una joya de tiro libre, al ángulo de Ospina. Minutos después, en una jugada que nació en una falta sobre Ángel Di María pero que continuó por la ley de ventaja, Leo encaró, se perfiló con su zurda y echó un centro a la cabeza de Lucas Pratto para el 2-0 parcial y la tranquilidad de la ventaja. Se asociaron con él Fideo y Ever Banega, quien se animó a pisar el área contraria. Para cerrar, armó un jugadón que culminó en el tercer tanto, de Di María, que había fallado un par de chances claras. Un gol, dos asistencias. El protagonismo que sabe ganarse, en un momento donde estaba bajo mucha presión, en un mal momento colectivo. Pero cuando está bien, nada para al 10 de Barcelona.

En el medio, Javier Mascherano se acopló bien con la parte defensiva, cortando y jugando con criterio, al igual que Lucas Biglia, uno de los jugadores más cuestionados. Mientras que arriba, Pratto volvió a convertir: lo había hecho ante Venezuela, lo que demuestra que es un delantero rendidor, con dos tantos en tres partidos en estas Eliminatorias, formando parte del "recambio" que se exige.

Hubo actitud, lo que se pedía anteriormente: la defensa estuvo sólida; el lunar fue que Emmanuel Más perdió mucho con Cuadrado, pero luego fue emparejando la cuestión. Ramiro Funes Mori adelantó y trató de conectar a los delanteros mediante pelotazos, siempre yendo al frente. Nico Otamendi tuvo una chance de convertir con el partido 0-0, y Gabriel Mercado cumplió en la zona derecha del lateral. En tanto, Sergio Romero casi no tuvo intervenciones, lo que habla a las claras que Colombia inquietó poco.

Los cambios: Pipa, cuestionado

Bauza movió el banco en el segundo tiempo, y lo más rutilante fue cuando sacó a Lucas Pratto (ovacionado) e ingresó Gonzalo Higuaín, bajo una lluvia de insultos y silbidos. El Patón respaldó luego al delantero de la Juventus, a quien considera importante para el grupo. Asimismo, entró Enzo Pérez, en lugar de Banega, para acomodar el medio y tener más marca, y al final se dio el gusto de debutar Marcos Acuña, el crack de Racing, por Di María, en los minutos finales. Terminó en cancha un equipo menos audaz, más parecido a la idea del DT.

Colombia: pálida versión

El conjunto cafetero, que no le gana a Argentina desde 2007, volvió a decepcionar ante la Albiceleste. Con una formación con un solo delantero de área (Falcao), generó poco, y lo poco que hizo, fue gracias a Guillermo Cuadrado, que realizó una jugada donde limpió a Más y remató afuera, al igual que una jugada posterior, donde asistió a Falcao, apenas desviado. ¿James? Desaparecido en acción. Sólo dio un centro que casi conecta el 9 colombiano, y nada más, desconectado del partido, aunque poco lo ayudaron.

Aire para lo que viene

Se dice que el partido ante Chile será en La Bombonera, es decir, que la localía regresará a la Ciudad de Buenos Aires. En el Interior siempre esperan al combinado argentino, que es de todos los argentinos y es saludable que roten las localías en todo el país. San Juan estuvo a la altura de las expectativas, más allá de cuestiones técnicas como conectividad y movilidad en transporte urbano que fallaron. Sea en Cuyo o en otro sitio del Interior, el equipo tendrá apoyo, estando en un buen momento o no.