Boca y Central tuvieron, como era de esperarse en la previa, un duelo picantísimo por la 10ª fecha del Torneo de Primera División. Al final firmaron tablas pero dejaron mucha tela para cortar. Nos enfocaremos en uno: Carlos Tévez.  

El (ahora indultado) capitán y principal figura del equipo llegaba a éste encuentro tras jugar un partidazo en el amistoso ante el Sevilla español por la Copa Antonio Puerta, donde se despachó con un doblete que hacía disipar algunas dudas sobre su futuro. Quien hoy porta la nº 10 redondeó un buen partido, especialmente, por lo hecho durante el primer tiempo. 

Si Boca juega bien, en gran parte es porque tiene a Tévez en su plantel. Cuando Carlitos está derecho no hay quien lo pare, y más jugando en su posición preferida: mediapunta y detrás del 9, donde puede arrancar con más campo y panorama. 

Al Apache se lo vio activo, se combinó bien con Fabra por la izquierda y de a poco se va entendiendo con Benedetto y Centurión (el tiempo que duró en cancha), llamados a ser una sociedad más que interesante. En esos primeros 45 minutos estrelló un disparo en el travesaño, desequilibró con buen nivel y por poco no festejó un gol. 

"Fue un partido aburrido, en 10 minutos tuvimos 3 pelotas en el palo y luego no hubo ocasiones de gol. Después de la discusión, llegamos tres veces y no pudimos convertir, nos faltó algo de suerte. Ésto es largo, falta más de la mitad del campeonato, es importante terminar el año lo más alto posible y arrancar con todo el 2017", sentenció Carlitos luego del partido.  

Ahora, se enfocará para afrontar una seguidilla de partidos que serán clave para las futuras aspiraciones del club: San Lorenzo (V), Racing Club (L) y el clásico ante River Plate (V, en El Monumental).