Tras un primer semestre en el que a River las cosas no salieron bien debido a la eliminación en los octavos de final de la Copa Libertadores y tras una floja campaña en el Torneo de Transición (noveno puesto), la segunda parte estuvo marcada por dos objetivos bien claros y que tanto el técnico Marcelo Gallardo como los jugadores entendieron que eran fundamentales para dejar una buena imagen en este 2016: la Recopa Sudamericana en el plano internacional y la Copa Argentina en el ámbito local.

Para mantener la vigencia a nivel internacional, tuvo la gran chance en agosto de defender un título que había obtenido en 2015 frente a San Lorenzo. Esta vez el rival de turno era Independiente Santa Fe de Colombia, que llegó a este cotejo tras obtener la Copa Sudamericana 2015. El duelo de ida se disputó en Bogotá y tras un desarrollo parejo y sin grandes emociones, River se llevó una valiosa igualdad sin goles que le tocaría ratificar la semana próxima en el Estadio Monumental. El 25 de agosto,gracias a los goles de Sebastián Driussi y Lucas Alario, el Millonario se impuso por 2-1 y levantó por segunda vez consecutiva la Recopa Sudamericana.

Mientras tanto, el nivel de River en el campeonato local tenía muchos altibajos. Todos los cañones estaban apuntados a la Copa Argentina, considerada por muchos como la ''Champions League Argentina'' porque otorgaba un cupo para la Copa Libertadores 2017. El Millonario arrancó su participación en la competencia el 31 de julio por los 32avos de final, con un triunfo por 3-0 frente a Sportivo Rivadavia de Venado Tuerto.

El camino seguiría en los 16avos de final y esta vez la víctima sería Estudiantes de San Luis, equipo que milita en la Primera B Nacional, con un éxito por 2-1 en el Estadio Padre Martearena de Salta. En octavos de final, el conjunto de Marcelo Gallardo se deshizo del primer rival de Primera División que se cruzó en su camino, Arsenal de Sarandí, gracias al gol que Alario marcó en el Bicentenario de San Juan.

La copa seguía su curso y la ilusión de River era cada vez más grande. En cuartos de final, le ganó por 3-0 a Unión de Santa Fe en el Estadio José María Minella de la ciudad de Mar de Plata. En la ronda de los cuatro mejores, fue el turno de Gimnasia y Esgrima La Plata y obviamente hubo festejo: 2-0 con las anotaciones de Driussi y Alario. De esta manera, River quedaba a un partido de cumplir uno de los objetivos del semestre. El último escollo era el duro Rosario Central comandado por Eduardo Coudet. La cita sería el 15 de diciembre en el Estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba.

La gran final merece un párrafo aparte. Un partido que tuvo todos los condimentos: un campo de juego en pésimas condiciones, fallos arbitrales discutibles, un desarrollo intenso lleno de goles y situaciones de peligro. A pesar de todos los incovenientes y tras ir abajo en el marcador en dos oportunidades, Gallardo y su River ganaron una nueva batalla. El resultado fue 4-3 con el triplete de Alario y el gol vital del uruguayo Iván Alonso, para obtener este torneo por primera vez en su historia.

Tras un largo camino, lleno de obstáculos, la meta estaba cumplida. River participará de la Copa Conmebol Libertadores 2017 y nuevamente tendrá la gran chance de conquistar el certamen que lo tuvo como ganador en 2015. Compartirá el grupo 3 junto a Independiente Medellín (Colombia), Emelec (Ecuador) y Melgar (Perú).

Pasó el semestre y a pesar de diferentes factores como las lesiones, un plantel corto y un nivel de juego irregular, la vitrina Millonaria tiene dos nuevos trofeos que puede lucir con todo el orgullo del mundo.